Una moda que toca a jóvenes y adultos se ha vuelto los talleres de Coaching que dictan profesionales capacitados para dirigir grupos de personas para modificar la conducta en pro de las metas no logradas en la vida personal.
Sin embargo, también hay quienes fingen ser “entrenadores” de esta nueva tendencia poniendo en riesgo la vida y la salud emocional de los que participan en estas sesiones.
Tras la muerte del dueño del supermercado Economiza, Álex Fernando Zuluaga, de 29 años, muchos han sido los rumores de los motivos por los cuales tomó la fatal de suicidarse, lanzándose al vacío desde la azotea de un edificio en la ciudad de Medellín.
Según allegados del occiso, hace varios meses venía asistiendo a talleres de Coaching en los que habrían aplicado terapias de confrontación y catarsis con el fin de revivir experiencias traumáticas, como comúnmente se ejecutan en estas sesiones con el fin de “reinventar” al ser y que encuentre un nuevo propósito.
En tal sentido, conocidos afirman que, Zuluaga no habría aguantado la presión “psicológica” y por ello habría decidido quitarse la vida.
Sin embargo, hay quienes aseguran que estos talleres les han cambiado la vida positivamente y los han sacado de estados de depresión y que en efecto su práctica no es perjudicial para la salud mental de las personas.