Alrededor de las 9:30 de la noche de este miércoles 20 de mayo un estruendo alertó a los habitantes del barrio Rosales de Tacasuán en Montería, se trató de la explosión de un transformador del sector que los dejó sin fluido eléctrico.
Ante la situación, algunos residentes decidieron llamar a la empresa Electricaribe para que tomara cartas en el asunto y restableciera el servicio lo más rápido posible.
Tras el llamado de la comunidad, una cuadrilla de la empresa prestadora de energía eléctrica llegó hasta la zona, los funcionarios al evaluar el hecho manifestaron a los ciudadanos que la única solución era hacer un cambio de transformador.
De acuerdo con las normas establecidas en la entidad, los trabajadores se comunicaron con la ingeniera para iniciar la gestión, sin embargo, esta les notificó que a esas horas de la noche no tenían una grúa disponible para poder iniciar la labor.
Los residentes al escuchar esto por parte de Electricaribe, se aglomeraron en el lugar y rechazaron enérgicamente esa posición.
Ante la imposibilidad de cambiar el transformador en ese momento los funcionarios procedían a marcharse del sitio, fue entonces cuando uno de los habitantes tomó la vocería y como garantía para que les solucionaran el problema a las primeras horas del día siguiente, les pidió a los contratistas que se quedarán y pasarán la noche en el sector junto con toda la comunidad. “Así como nosotros trasnochamos también ustedes”.
Los residentes indicaron que en varias ocasiones habían notificado a la empresa que el transformador estaba presentado problemas, pero no atendieron el llamado a tiempo, por lo que la situación empeoró hasta explotarse el aparato.
Es más, de acuerdo con personas que viven en el sector, en horas de la mañana del día en que ocurrió el suceso, una cuadrilla de Electricaribe visitó la zona y dijeron que nada pasaba con el transformador, sin embargo, horas después, explotó.
En vista de que ya habían avisado y no tomaron las medidas necesarias para evitar que la población se quedara sin el servicio de energía, miembros del barrio no dejaron que se marchara la cuadrilla hasta que no llegara el equipo que los relevara de su turno.
La Policía hizo presencia en la zona con el fin de prevenir cualquier hecho que alterara el orden público, por su parte, los habitantes manifestaron que todo se llevaría con completa calma, pues solo hicieron la petición para tener garantías de que le solucionaran el problema.
Así las cosas, y después de haber pasado la noche en vela, cerca de las ocho de la mañana llegó otra cuadrilla que se dispuso a la instalación del nuevo aparato.
Finalmente, algunas personas aseguraron que esta fue una gran lección dada por ellos pues, no es justo que tuvieran que padecer la falta del servicio cuando ellos habían notificado el problema y este no fue solucionado a tiempo.
