Las alarmas se prendieron entre los padres de familia de la Institución Educativa Antonio Nariño luego que la rectora de ese colegio, Carmen Indira Vélez, les estaría exigiendo el pago por “ayudas digitales”.
Dichas ayudas serían por parte de la Editorial Norma que cobra un PIN del “sistema Educa”, el cual permite el libre acceso al libro digital, evaluaciones, actividades y comunicaciones entre otros.
Sin embargo, los costos de estas ayudas digitales, que ni siquiera fueron concertadas con la Alcaldía de Montería, son asumidos por los padres de familia, cuando debe de ser el colegio quien corra con dichos gastos, así lo denunció la Veeduría, Fuerza Ciudadana de Control Social (FCCS) a través de su cuenta de Twiiter.
“La rectora de I.E. actúa de mala fe puesto que el requerimiento de cobro lo hace a nombre de la editorial Normal a pesar de que la comunicación es remitida directamente por la I,E, a padres de familia con el fin de no asumir responsabilidades”, indicó el organismo.
Es de resaltar que, el valor individual que debe pagar cada estudiante por la “ayuda virtual” es de $42.900, “tal ayuda no es coordinada ni concertada con las ayudas de la Alcaldía de Montería sobre temas educativos ni tiene autorización del Consejo Directivo de la I.E” dice la Veeduría.
La ayuda digital adquirida por la directiva tuvo un valor de 80 millones de pesos, el mismo que estaría obligando a los padres de familia a asumir.
Esta no sería la primera denuncia contra las directivas de esa institución, pues en días pasados, padres de familia dieron a conocer que las guías para que los niños y jóvenes puedan trabajar desde casa son enviadas por correo electrónico y son los padres de familia los que deben buscar para imprimirlas
¿Cómo es esto posible? Como se sabe, a ese colegio fueron asignados recursos por 72.692.000 con el fin de suministrar el material académico que requieren los estudiantes en esta época de pandemia y donde reciben educación virtual ¿Para dónde se fue el dinero?
Y por si fuera poco, ahora aparece esta presunta negociación entre la rectora y la Editorial Norma para «exprimir el bolsillo» de los padres de familia en medio de la emergencia.