Esta vez las cacerolas se escucharon en el Capitolio Nacional para pedirle al presidente el cese de la violencia, el respeto de la protesta social y las reuniones con los convocantes al paro.
Los integrantes de la oposición llegaron a la Cámara de Representantes con sus ollas para pedirle al presidente más dedicación a las protestas sociales.
Asimismo, en el edificio nuevo del Congreso se escuchó el sonido de ollas y cucharas que provenía de los diferentes pisos de la edificación realizada por varios funcionarios.
Aunque el cacerolazo se extendió por aproximadamente 15 minutos, las actividades de las comisiones no se vieron interrumpida.