Ante la mirada indiferente de muchos y sobretodo ante la nula atención por parte la alcaldía de Montería a cargo de Marcos Daniel Pineda García transcurren los días para varios indigentes de la ciudad quienes a pesar de su condición se han vuelto unos «personajes populares urbanos» como es el caso del «Brasilero» quien estaría en grave estado de salud. En cuanto al desarrollo de políticas públicas en materia de habitantes de la calle poco o nada es lo visible en la capital ganadera de Colombia.
Si bien existen vacíos jurídicos respecto a la tenencia o asistencia en albergues a este tipo de ciudadanos en condición de mendicidad, es decir el «Estado debe proteger especialmente a aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se encuentran en circunstancia de debilidad manifiesta», sí es clara la Sentencia de la Corte Constitucional cuando advierte la vulnerabilidad de los derechos fundamentales a la vida en condiciones dignas, a la integridad personal y a la salud.
En tal sentido es valido preguntarle a alcalde Marcos Daniel si ¿existe un retraso en la implementación de la Ley 1641 de 2013? ¿ porque se evidencia una consecuente negativa de las entidades territoriales a proveer políticas públicas al respecto hasta que se reglamente el contenido de la norma teniendo en cuenta los vacíos jurídicos?
No obstante La Corte Constitucional indica que «La falta de una política pública nacional para los habitantes de la calle no excusa a las entidades territoriales de su obligación de garantizar y proteger los derechos fundamentales de esta población».
La Ley 1641 de 2013, por la cual se establecen los lineamientos para la formulación de la política pública social para habitantes de la calle dirigido a “garantizar, promocionar, proteger y restablecer los derechos de estas personas, con el propósito de lograr su atención integral, rehabilitación e inclusión social” (art. 1º).
En Montería Cada vez es mayor el número de indigentes que enferman sin recibir ayuda estatal el reciente caso de el popular «Brasilero» llama la atención de propios y extraños en el marco de las festividades que se desarrollan en la ciudad, menos de la de la Alcaldía que en varias oportunidades sacó pecho de atender y garantizar los derechos de esta población cuando la popular «Popó» enfermó, quien es «reconocida»por profesar su admiración al mandatario local.