Los análisis políticas de la reciente contienda electoral están buscando explicaciones lógicas a lo ocurrido en Córdoba con la consulta interpartidista en la que el candidato Gustavo Petro le sacó una considerable ventaja a Iván Duque.
Con un 98,56% por ciento de los votos contados, Petro tenía 158.669 votos y Duque con el 98,42% 126.416, lo cual indica a todas luces que el candidato de Colombia Humana fue el ganador de la contienda a escala regional, aunque a nivel nacional Duque lo superó en más de un millón de votos.
Las razones son varias. La primera es que en Córdoba es donde se han presentado los mayores escándalos de corrupción con la clase política tradicional y los electores de Petro consideran que podría convertirse en algo distinto a lo que estamos acostumbrados.
Los carteles de la hemofilia, del sida, de las terapias, del bastón y todos los demás que ubican al departamento como uno de los más corruptos del país, hicieron que los electores se volcaran en masa a apoyar a Petro.
Otro de los hechos que los favoreció es que muchos se quedaron sin votar en la consulta debido a que se acabaron los tarjetones. En el caso de Montería ocurrió en los puestos de votación del norte, colegio Gimnasio Vallegrande y Universidad Luis Amigó donde había un alto porcentaje interesado en votar por Duque.
Muchos se devolvieron sin votar, pues en ese momento la Registraduría aún no había establecido que se podían utilizar fotocopias para ejercer el proceso.
En Córdoba hay un gran número de simpatizantes por el candidato por ser del municipio de Ciénaga de Oro. Muchos dicen que es hora de que Córdoba tenga un presidente de la República.
De todas formas, este es un primer capítulo que sirve para medir lo que será la elección presidencial. Ahora se espera que se intensifiquen las campañas con miras a lograr el favor de los colombianos.