Es evidente que algunos venezolanos llegan a Colombia y empiezan una nueva odisea, por falta de vivienda, alimentos y la incapacidad de poder satisfacer necesidades básicas como el aseo personal, a esto se le suman las amenazas para que dejen el país.
Las mujeres venezolanas que viven a las orillas del río Arauca, señalan que hace algunas semanas dejaron por toda la zona decenas de volantes que advertían que debían abandonar el país.
Una ciudadana que está a la orilla de ese río hace ocho meses dijo «que se van o los sacamos, fuera de Colombia ladrones y prostitutas que quieren acabar con el país, así y decía otras cosas que no me acuerdo».
Cabe resaltar que es esos puntos en donde se encuentran las personas extranjeras es escasa la presencia de la Policía, en ocasiones nula.