Escándalos de corrupción generarán revolcón en la política cordobesa

Escándalos de corrupción generarán revolcón en la política cordobesa

Los escándalos de corrupción generarán un revolcón en la política cordobesa. Cuando hace falta cerca menos de un año para las elecciones de Congreso aún no se sabe qué va a pasar, ni quiénes van a aspirar.

La mayor expectativa se ha centrado en lo que ocurrirá con los dos senadores de la U que pusieron la mayor votación en el país: Musa Besaile y Bernardo Ñoño Elías, ambos favorecidos con millonarios recursos por parte del actual presidente, Juan Manuel Santos.

Por una parte, el senador Musa Besaile señaló que aún no sabe si aspirará nuevamente. Advierte que para su familia ha sido difícil aceptar los múltiples ataques que ha sufrido por cuenta de la política. «Cuando era empresario y ganadero nunca me habían denunciado y ahora todo lo que pasa en el país es culpa mía», indicó el congresista, señalando que ha sido víctima de una persecución política.

El segundo en votación, el senador Bernardo Ñoño Elías, tampoco la tiene fácil. Su nombre ha estado salpicado en múltiples escándalos de corrupción, entre ellos Odebrecht, cartel de la hemofilia, cartel de las chapas, contratos de regalías y actos de corrupción en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, entidad que según su saliente directora, Cristina Plazas, se saqueó durante 14 años.

El último golpe certero lo recibió Ñoño con la captura de su prima Basima Elías, en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, cuando regresaba de Estados Unidos. Ella es el brazo derecho del congresista y eso justamente fue lo que seguramente motivó el trino en el cualo advierte que no sabía que el Gobierno lo odiara tanto y que lamentaba no haberlo sabido antes.

Aunque no dice nombres, ese fue un claro mensaje para el presidente Juan Manuel Santos recordándole que lo ayudó a reelegir y que ahora le da la espalda.

Si resultara algún problema con Muña y Ñoño, o en su defecto si son detenidos por la justicia, lo más seguro es que esas curules sean competidas por familiares cercanos.

En los azules

En el partido Conservador de Córdoba también hay que alquilar balcón. Con la cercanía del proceso electoral seguramente ‘removerán’ algunos procesos en la Corte Suprema de Justicia.

El fraccionamiento existente al interior de la colectividad con dos aspirantes al Senado, otrora socios políticos, Nora García Burgos y David Barguil, hará que se repartan algunas fuerzas. Sin embargo, más de uno empezó a jurar banderas para garantizar su permanencia en la Alcaldía de Montería, regentada por Marcos Daniel Pineda, hijo de la senadora.

De hechos dos funcionarias cercanas a Barguil salieron de sus cargos: Luz Amparo Salcedo, quien fungía como Secretaria de Tránsito, y Sandra D’ Hoyos, secretaria de Educación, quien se encuentra en embarazo. Si bien es cierto que ambas renunciaron y que el Alcalde ha dicho que no fue una jugada política, tarde o temprano los aliados de Barguil saldrán de la administración.

Dentro de esta baraja de candidatos se cocina una nueva alianza y es la de el exsenador Julio Manzur, quien hace poco recuperó su libertad tras ser detenido con fines de investigación por presuntos vínculos con los paramilitares, y la senadora Nora García. Lo más seguro es que el compañero de fórmula de la congresista sea Wadith Manzur, hijo del exsenador, quien ha hecho una brillante carrera en los cargos desempeñados.

La puja de los rojos

El partido Liberal no va a escapar a los cambios que se suscitarán en Córdoba. La inminente división entre la senadora Arlet Casado y su pupilo, el representante a la Cámara, Fabio Amín, fracturará aún más el ya menguado partido rojo en Córdoba.

No hay votos para tantos, ni puestos burocráticos para garantizar el apoyo a los mismos. Cada uno de las juega con los pocos ases que tienen bajo la mesa.

Las mayores dificultades se han presentado en la conformación de la lista de Cámara de Representantes, pues se necesitan muchos votos y una lista sólida para garantizar mínimo un cupo y nadie quiere trabajar para otro.

¿Y los uribistas?

Ni siquiera el partido del senador Álvaro Uribe Vélez se salva de las diferencias políticas en Córdoba. Pese a que las diferentes vertientes en Córdoba compartieron abrazos solidarios y juraron unión eterna ante el jefe del Centro Democrático, lo cierto es que apenas dio la espalda, nuevamente volvieron a la esquina del ring.

No hay acuerdo que valga entre el senador Daniel Cabrales y la vertiente que orienta Carlos Ordosgoitia. Fumaron la pipa de la paz para la foto de los medios, pero en la vida real las diferencias son insalvables.

Así las cosas el panorama político en Córdoba está enrarecido y algunos saldrán fortalecidos de este episodio y otros verán el final de una tradición política.

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