Un caso realmente espeluznante le está dando la vuelta al mundo y lo protagonizó nada más y nada menos que una monja en la comunidad de Ñuñoa, en la ciudad de Santiago de Chile.
Según información difundida en redes sociales, una monja de 80 años y su amiga de 58, ambas religiosas, realizaron un “pacto religioso” y habrían acordado “no denunciar” en caso de que una de las dos muriera.
Después de eso, la monga de 58 años murió y la otra religiosa, su amiga, mantuvo el cuerpo de ella en su residencia por aproximadamente un año, ya que eso también lo habrían acordado.
Sin embargo, el pasado 9 de abril, en las cámaras de seguridad de la localidad de Ñuñoa, quedó registrado el momento en el que la monja de 80 años camina por la acera de una de las calles con una maleta, pero cuando observó que por ese mismo lado iba otra persona, decidió cambiarse y cruzó a la otra acera.
La monja después siguió caminando y pasos más adelante decidió dejar la maleta abandonada en plena vía pública.
Horas más tarde un reciclador la encontró y alertó a las autoridades porque de ella provenía un olor nauseabundo. Los uniformados, al llegar al sitio, se encontraron con los restos de una persona.
Chile 🇨🇱: La policía chilena está investigando una monja de 80 años de edad, que abandonó una maleta en una calle de Santiago, contentiva de los restos de su amiga que llevaba un año muerta 🤔😮 pic.twitter.com/MRcZ4okfcu
— CrónicaPolicial (@CronicaPolicial) April 11, 2024
Una vez adelantadas las investigaciones, la monja le señaló a la Policía que habían hecho un pacto de permanecer juntas, incluso después de la muerte.
Finalmente, la Fiscalía sostiene que la mujer fallecida no presentaba signos de violencia, por lo que su muerte se habría dado de forma natural en el mes de abril de 2023. Por lo tanto, no decidió dar aviso a las autoridades y decidió guardar el cuerpo en una bodega.