Por primera vez en Colombia se tomó una decisión sin precedentes, con respecto a lazos que crean las personas con sus perros.
En ese sentido, el Tribunal Superior de Bogotá consideró que los animales hacen parte de una familia multiespecie, es decir, que pueden ser considerados como un miembro más de la familia.
Para llegar a este fallo, se tuvo que analizar un conflicto de competencias entre dos juzgados de Bogotá (uno familiar y otro civil), que no se decidían por quién debía asumir la competencia de una demanda que interpuso un hombre contra su expareja porque luego de la separación no lo dejó ver a su perrita, Simona.
El señor alegaba que la perrita hacía parte de su núcleo familiar, que su amor por ella era como grande como se le puede tener a otra persona. Además, manifestó que desde que se separó no podía ver a Simona, debido a que su pareja no dejaba que la viera porque decía que las visitas del demandante, afectaban a la perrita.
El conflicto llegó hasta la Sala Mixta del Tribunal Superior de Bogotá, como la instancia superior, allí, el magistrado Carlos Andrés Guzmán ordenó que sea un juzgado de familia el que considerara que Simona hace parte de la familia, puesto que cumple con las dos condiciones impuestas, las cuales son: que los miembros de esta lo reconozcan como tal y que también los animales asuman ese rol.
De lo anterior, se debe destacar que Simona cumple con ambas condiciones. primera porque le fue otorgado un nombre y el demandante se refiere a ella como “hija”. En segundo lugar, porque luego de pasar un tiempo con ella, Simona suele deprimirse y dejar de comer.