El Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (Simic) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), ha dado un preocupante reporte en el que señaló que en el 2022 hubo alrededor de 230 mil hectáreas de cultivo de coca, lo que representa casi un 13% más que en el 2021.
La ONU lanzó una advertencia con respecto a esta problemática, la cual ONU puso nuevamente el foco sobre la política antidrogas del gobierno de Gustavo Petro, pues, lejos de mitigar esta problemática de complejo trasfondo social, se registró un marcado incremento de las hectáreas empleadas para este cultivo.
Asimismo, anunció este organismo internacional, la cifra ha ascendido y ya tocó un máximo por segundo año consecutivo, por lo que el panorama resulta aún más alarmante si se tiene en cuenta que el número de hectáreas de mata de coca durante el 2021 fue de 143 mil, lo que se puede traducir entonces como un aumento del 43% frente al presente año.
“La economía de la coca se ha consolidado en territorios marcados por la ausencia del Estado –más allá de su componente militar–, caracterizados por altas vulnerabilidades económicas y sociales y elevados índices de violencia”, dice el informe, y agregaron que “los cultivos de uso ilícito son prácticamente la única opción de supervivencia”.
De igual forma, según el informe los 1.122 municipios del país, la producción se concentra en tan solo 185. Nariño, Norte de Santander y Putumayo serían los departamentos con mayor presencia de este cultivo. “Lo anterior significa que el fenómeno de la coca en Colombia tiene dos características principales: está concentrado y es persistente”.