Martha Hidalgo tiene 24 años, es odontóloga, vive en Venezuela y nunca ha viajado a Colombia, sin embargo, desde hace dos años sus fotos han estado en la cuenta de Instagram de una mujer colombiana que se hace llamar Sara Manuela en sus redes sociales.
“Ella estuvo suplantando mi identidad desde hace dos años. Esta cuenta está activa desde agosto de 2021, pero tenía fotos que fueron desde antes de esa fecha. Eso me da para pensar que pudo tenerla desde hace más tiempo, pero sí tiene fotos desde hace dos años”, sostuvo la afectada.
Además narró en que su momento, ”le escribí, coloqué en mi perfil ‘alguien se hace pasar por mí, por favor denuncien esta cuenta’”, pero dejó de seguirle la pista y creyó que había borrado la cuenta.
Para el mes de octubre de 2022, otra persona la alertó nuevamente y le mostró pruebas. “Algo que me pareció realmente alarmante fue cuando él me envío los mensajes que intercambiaba con ella”, pues no solo tenía cuenta falsa de ella, sino que se hacía pasar por su familia utilizando fotografías muy personales que no habían sido publicadas en redes sociales.
”Me cuenta que la conoció por Facebook y llevaban una relación por internet de cuatro meses”, pero cada vez que intentaban verse sacaba alguna excusa trágica, lo que lo llevó a sospechar. Por eso cuando él la enfrentó ella aceptó la suplantación, pero además le contó que “sufría de depresión, sobrepeso, que había tenido una vida muy trágica y que por esa razón utilizaba fotos de otra persona”, contó Martha.
Luego llegó el testimonio de otro joven, que le terminó a su novia para iniciar una relación con Sara Manuela y hasta le compró boletos para Curazao, una isla paradisiaca del Caribe, pero ella nunca llegó al aeropuerto.
Tomará decisiones legales
“No quise denunciarla en primera instancia porque ella me dijo que estaba en tratamiento psiquiátrico y en el momento quise ser empática con ella para que no se hiciera daño. En ese momento le dije palabras bonitas, le hablé bien, le ofrecí mi apoyo por si lo llegaba a necesitar, y luego la cosa se fue agravando y entendí que su situación mental no tiene por qué afectarme a mí, porque ella lo hizo de manera consciente durante aproximadamente 2 años.
Sin embargo, ahora que he recibido información, ayuda de psicólogos, abogados, y otras personas que saben sobre el tema, tomé la decisión de colocar una denuncia formal sobre esto debido a que su situación mental no la priva de que estuviera cometiendo un acto ilegal”. concluyó la mujer.