Dicen por ahí que las traiciones o desilusiones duelen más cuando estas son cometidas por personas que hacen parte del círculo familiar o de amistades que cada uno tiene, eso lo pasó al artillero cordobés Miguel Ángel Borja, a quien dos amigos le hicieron golazos millonarios en su chequera.
Recientemente se conoció el insólito hecho de estafa del que fue víctima del delantero oriundo del municipio de Tierralta, pues en 2018 cuando se encontraba en las filas del Palmeiras dos allegados y de su completa confianza le estaban robando, muy a pesar de que él les tendió la mano cuando estaban como dicen por ahí “en la inmunda”.
No se trató de un hurto cualquiera, pues el desfalco en las cuentas del hoy jugador de Junior de Barranquilla superó los 300 millones de pesos, pero más allá de eso, lo más doloroso fue la traición por parte de estas dos personas a quien él consideraba amigos de verdad.
La triste historia arrancó cuando Borja Hernández jugaba para el Cortuluá, allí por intermedio de su paisano Wilson Morelos y otros deportistas conoció al exjugador de América de Cali, Jhon Quintero Arias.
‘Quinterito’ se ganó la confianza del delantero sinuano y este tiempo después decidió invertir en la compra y venta de inmuebles en la ciudad de Montería, siendo el exjugador escarlata a quien encargó Borja para que estuviera al frente del negocio.
La idea del talentoso delantero era que con esa inversión en la capital cordobesa era que sus bienes estuvieran cerca de su familia y de paso abrir una especie de caja menor a través del ingreso de dicho negocio para destinarlos a su fundación y escuela de fútbol.
No obstante, la ambición de Quintero Arias pudo más que la amistad que tenía con Miguel Borja, pues estando en Montería se colgó con el pago de la administración de por lo menos 17 apartamentos, desvió el cobro de los arriendos y no pagaba los servicios públicos.
Ante esta penosa situación que dejaba mal parado al futbolista tierraltense, desde un edificio contrataron a un abogado para que le embargara el sueldo y sus bienes, jugada que le sirvió a Borja para darse cuenta del golazo que le estaba metiendo su amigo.
‘Miguelito’ se contactó con su apoderado, un reconocido abogado penalista de Montería, para que le realizara un estudio de título de todos sus bienes, porque tenía la sensación de que algo andaba mal con esos inmuebles y fue allí cuando descubrieron lo que ocurría.
El jurista se percató que un apartamento que el futbolista había comprado a un amigo en el Edificio Torres del Este, del barrio 25 de Agosto, el mismo que lo vendió, en contubernio con Jhon Quintero, lo negociaron a otra persona y para ocultar la falta le giraban a Borja los cánones de arriendo y así hacerle creer que habían comprado por 180 millones de pesos.
Se conoció que, dicho dinero lo manejó, en parte, Jhon Quintero, por esta razón una vez quedó todo al descubierto, el apoderado de Borja Hernández denunció el caso ante la Fiscalía 13 Seccional de Montería, donde los dos amigos del jugador aceptaron sus culpas por el millonario fraude.