Nadie sabe lo que va a pasar en los próximos meses en el departamento. Lo único cierto es que está en juego la continuidad del gobernador Edwin Besaile, quien atraviesa, junto a su familia, uno de los peores momentos políticos de su historia.
Si la Procuraduría, organismo que lo suspendió por espacio de tres meses, aduciendo que hay indicios claros de su participación en los actos de corrupción, acelera los trámites y decide suspenderlo, el arquitecto Edwin Besaile saldría definitivamente del cargo.
Expertos en el tema han señalado que si esa decisión se produce antes del 30 de junio, habría que convocar nuevas elecciones en el departamento de Córdoba, pero si el fallo se da después de esa fecha, el partido de la U tendría que presentar una terna para que encarguen a alguien de la colectividad, hasta tanto se resuelva definitivamente la situación jurídica del mandatario seccional.
El Gobernador está haciendo todos los esfuerzos necesarios con el fin de no ir a la cárcel. Aún no se sabe si le concederán la solicitud de aplazar la audiencia de imputación de cargos, prevista para este lunes 22 de enero en Bogotá en donde será acusado de concierto para delinquir y peculado.
Lo hunde testimonio de Lyons
Uno de los grandes problemas que tiene el gobernador suspendido, es el testimonio que entregó su antecesor, Alejandro Lyons, en el que advierte que hizo acuerdos con los Besaile para seguir pagando los dineros al denominado cartel de la hemofilia.
Como se recordará, Besaile es investigado por haber pagado una factura a la IPS San José de la Sabana por valor de 1.500 millones de pesos, por el tratamiento de 14 pacientes falsos de hemofilia, a quienes les habían adulterado la historia clínica y los exámenes de laboratorio.
Lyons señala en su declaración que conoció a Guillermo Pérez, a quien han señalado de ser el cerebro del cartel de la hemofilia, en el año 2013 y que desde entonces hasta el 2015 recibió 4 mil millones de pesos, lo que corresponde al 10 por ciento de lo contratado por la Gobernación y que de esa suma entregó en 2015 la suma de 600 millones al senador Musa Besaile, hermano del gobernador, y 2.100 millones para la campaña de Edwin Besaile.
Advirtyió que tiene en su poder los pagarés firmados por cuenta de los dineros que entregó para la campaña a la Gobernación, lo cual abrirá un nuevo expediente en contra del mandatario, toda vez que se estarían refiriendo a la supuesta financiación de su campaña, con dineros producto de la corrupción.