A juicio del suspendido gobernador de Córdoba, Edwin Besaile, la decisión de la Procuraduría General de la Nación de suspenderlo de su cargo durante tres meses, justo en esta época del año tiene un tinte político.
«La decisión de la Procuraduría fue una movida sospechosa para desestabilizar al departamento en plena época electoral», insistió Besaile, quien desde el lunes inicia una nueva lucha jurídica para lograr que se levante la medida, indicando que no le han logrado comprobar ninguna irregularidad.
Pidió a los funcionarios que tengan toda la calma necesaria y que confíen plenamente en que no está vinculado a ningún acto de corrupción.
Aseguró que el Ministerio Público ha demostrado que tiene algo en su contra porque de manera irresponsable mencionó su nombre en la rueda de prensa en la que anunció el hallazgo del nuevo cartel del sida, cuando su administración no ha pagado una sola cuenta relacionada con los pacientes de Sida.
«Vamos a salir victoriosos porque confío en la justicia», dijo finalmente el mandatario, tras señalar que justamente el próximo 5 de febrero será escuchado en interrogatorio por parte de la Fiscalía.