Luis Londoño Mazo es el abuelito que fue abandonado en la Clínica La Esperanza, ubicada en el barrio Buenavista en la ciudad de Montería, desde el pasado lunes 1 de octubre. El hombre de 78 años de edad llegó a la institución con las piernas “bastante” hinchadas, motivo por el que fue ingresado y atendido.
No obstante, desde el jueves 11 de octubre, el abuelito tiene orden de salida médica puesto que ya se encuentra mucho mejor y sus piernas están completamente deshinchadas, así lo dio a conocer la psicóloga de la clínica, Sofía Zarur.
De acuerdo con la profesional, el adulto mayor que además padece una discapacidad visual comenta que no tiene para dónde ir, que lo llevaron a ese lugar bajo engaños pues le dijeron que iría a una cita médica.
Por otra parte, la mujer además manifestó que llamaron a los números telefónicos que dejaron registrados al momento del ingreso del paciente, no obstante, todo parece indicar que dejaron datos falsos.
La psicóloga explicó a La Lengua Caribe que al notar que el abuelito se encontraba solo, reportaron el caso al día siguiente a las entidades competentes, tales como: Fiscalía, Personería, Secretaría de Salud Departamental, Secretaría de Salud Municipal y Defensoría del Pueblo, pero lo más grave de la situación es que ninguna de dichas entidades respondió al llamado de forma inmediata.
“Solo hasta el viernes pasado la Secretaría de Salud Municipal mandó a una psicóloga pero no dieron muchas esperanzas para resolver este caso” puntualizó la trabajadora.
Ante la omisión de los entes mencionados la clínica envió un oficio a la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía y otro a la Secretaría de Mujer y Género de la Gobernación «para ver si atendían el caso pero tampoco recibimos respuesta».
“Queremos hacer sentir el caso del señor al público porque ya lo reportamos a entidades gubernamentales y no han hecho nada por venir a mirar y ubicar a este abuelito”.
“El dice que no tuvo hijos, que él es un hombre estéril, que tuvo tres hermanos pero que dos de ellos fueron víctimas de la violencia y que no sabe nada de la hermana desde hace mucho tiempo” manifestó Zarur.
Es importante señalar que las personas mayores son cobijados por la ley puesto que ellos también le pertenecen al Estado, en este orden de ideas estas entidades también deben de dar una solución
«Por caridad de la clínica le hemos brindado la ayuda en alimentación y que se quede aquí, hasta que las autoridades respondan, no queremos tirarlo a la calle no podemos por el sentido de humanidad. Además, usuarios y colaboradores le han regalado ropa ya que solo tenía la que trajo puesta el día que llegó» concluyó Zarur.
De Luis Londoño Mazo se conoció que trabajaba como jornalero fincas aledañas al municipio de Yarumal, Antioquia, y que desde hace 10 años no tiene visión.