Estas son las cabezas del millonario negocio de ‘paga diarios’

Estas son las cabezas del millonario negocio de ‘paga diarios’

¿Quién no se ha endeudado con un ‘paga diario’? ¿Cuántas veces no nos han entregado en la calle tarjetas en las que le ofrecen prestamos inmediatos sin importar el monto y sin fiador?

Cuando esté tentado por esta salida a sus deudas, piénselo dos veces, no solo tendría que pagar hasta 10 veces más de lo que cancelaría por un crédito bancario, si no que estaría acreditando una máquina que lava plata sucia de las bandas criminales.

Esta modalidad es adoptada por colombianos que no tienen la opción de tener un crédito pues no tienen perfil crediticio o están reportados, también por no tener un ingreso formal. Según las autoridades este negocio mueve por día hasta 2 mil 500 millones de pesos y en un solo mes puede cobrar, muchas veces a las malas, el 20 por ciento o más de intereses.

Se hacen préstamos rápidos hasta por cinco millones, a los que acuden amas de casa y pequeños comerciantes, hasta montos superiores a 100 millones, los cuales se respaldan con escrituras e hipotecas. La gravedad de los cobros da fe de decenas de denuncias por estafa, usura, amenazas, lesiones personales, falsedad en documentos y hasta homicidios.

Tan solo el año pasado las autoridades abrieron casi 400 procesos por delitos relacionados con esta modalidad delictiva. Una investigación adelantada en los últimos ocho meses por la Dijín revela que hay 18 grandes cabezas de ese negocio en el país.

Tan solo en Bogotá, cada día se mueven 1.000 millones en esos préstamos. El sector de San Victorino y el Sanandresito de la calle 38 son otros epicentros del negocio en la capital.

Los préstamos rara vez pasan de 26 días (todos los días del mes, descontando los domingos), y cuando se cumple el plazo el deudor habrá pagado el monto del préstamo más un 20 por ciento de intereses. Es decir, si le entregaron un millón de pesos, al terminar el mes el agiotista tendrá de vuelta 1,2 millones. Eso equivale a rendimientos del 240 por ciento anual, una tasa de ganancia solo comparable a la del narcotráfico.

“En el año 2014 se me cayó el negocio, un restaurante. Me atrasé en el pago del arriendo, los salarios y servicios”, narró a EL TIEMPO un empresario que, aconsejado por un amigo, recurrió a un ‘gota a gota’ de alto nivel. El prestamista le dijo que podía entregarle los 75 millones de pesos que necesitaba, pero que tenía que poner como garantía las escrituras de un inmueble a su nombre.

“Ningún banco me prestaba por no cumplir los requisitos y las deudas me asfixiaban. Pensé: ‘en unos meses me repongo y vendo el local, pago el préstamo y los 15 millones de intereses’ ”, dijo el comerciante.

Entregó las escrituras de un apartamento de Bogotá avaluado en 420 millones de pesos: “Me atrasé y me amenazaron a mí y a mi familia. Prácticamente me obligaron a traspasarles el apartamento y así saldé mi deuda”.

Por temor no interpuso la denuncia. Hoy cuenta que “esos tres meses fueron un infierno”. “Uno no se da cuenta, pero está negociando con criminales organizados”, asegura.

Los dueños de la plata

En Urabá, el ‘clan Úsuga’ es el verdadero dueño del ‘gota a gota’. Allá están identificadas unas 50 redes que dependen de un delincuente conocido como ‘Jimmy Luma’.

La situación es similar en Córdoba, donde tres fichas del clan controlan unas 75 estructuras dedicadas a promover créditos venenosos.

‘Rafael’, ‘Negro Valle’ y ‘Leonardo el Gordo’ responden por esas platas. “Utilizan los préstamos para lograr control territorial porque el comerciante y el ciudadano del común que les debe plata terminan de una u otra forma advirtiendo de la presencia de las autoridades y otro tipo de situaciones”, dice una fuente de la Dijín.

En Montería, el control del negocio está en manos de alias Elkin.

Los cobradores en moto suelen ser los ‘carros de valores’ de otros negocios ilegales: microtráfico y pequeñas extorsiones en los territorios azotados por la delincuencia del clan.

De esta manera se mueve el negocio

Los volanteros

Por aquí empieza el negocio, los volanteros se encargan de repartir las tarjetas en zonas comerciales de barrios de clase media y baja, sectores residenciales donde además pescan a los clientes necesitados e incautos.

El administrador

El administrador se encarga de recibir llamada y verificar a quien se le entrega la suma solicitada, además la garantía que ofrecerá, que va desde cheques en blanco hasta escrituras.

Los cobradores

Estos se desplazan en su gran mayoría en moto y se encargan de recaudar los intereses a diario, y en la fecha el capital prestado. Aunque recogen millones aún no se conocen atracos en su contra.

Los jefes de seguridad

Cuando el cliente ‘se cuelga’, ellos entran en escena. Los llamados ‘jefes de seguridad’ se encargan de presionar los pagos. Las amenazas y la violencia armada son su especialidad.

¿Y el que quiera entrar en el negocio?

Como en otros negocios ilegales, el que quiera ‘invertir’ tiene que ‘tributar’ al poder criminal de la zona. Estas ‘franquicias’ deben dar el 5 por ciento del valor del crédito para esos fines. O se paga un derecho de entrada de alrededor de 2 millones de pesos.

Este modelo se copia de la mafia italiana y ha sido exportada a países como México, Brasil, Honduras, Ecuador, Perú, Chile y Argentina. En México se tiene noticia de al menos una docena de colombianos asesinados por ser cobradores del ‘gota a gota’.

Por esta razón, la Policía colombiana como lo hace en cuestión de drogas y terrorismo, está asesorando a varios países del hemisferio para atacar esa  actividad.

Con información de El Tiempo.

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