En la muerte del indigente Óscar Martínez Escalante, de 34 años, podrían estar implicados dos agentes de Policía, quienes le habrían propinado una golpiza que terminó destrozando sus órganos internos.
Esa es la versión que maneja su padre, Andrés Martínez, quien señaló que su hijo le dijo antes de morir que dos uniformados le habían dado una golpiza, cerca del puente metálico, con una bicicleta que se había llevado.
‘El Micoya’, como era conocido el indigente, se había ido de su casa, ubicada en el barrio Rancho Grande de Montería por sus problemas de drogadicción. Se rebuscaba la vida cuidando carros en el centro de Montería, justo frente a la Casa del Deporte y a la firma de apuestas.
Justo el día de la golpiza llegó a su hogar en horas de la noche. «Papi me estoy muriendo con este golpe que me dieron en la barriga», le dijo a su progenitor a quien también le pidió que le regalara un par de chancletas. Le contó que dos policías lo habían levantado a patadas.
El lunes fue recluido en el Camu con un fuerte dolor abdominal y pocas horas después murió. En el examen de Medicina Legal habla de violencia como probable causa de muerte. Sin embargo, toca esperar el informe final que será entregado en un mes.
«Yo reconozco que mi hijo era indigente y tenía problemas, pero eso no le da ningún derecho a la Policía para que lo maltraten, porque ellos están para preservar la vida y hacer cumplir la ley», dijo el adolorido padre, señalando que harán las denuncias correspondientes y pedirá que se revisen las cámaras del sector con el fin de identificar a las personas que lo agredieron.