“Sentimos un temblor”: Johan Ramírez, el niño ángel de Chapecoense

“Sentimos un temblor”: Johan Ramírez, el niño ángel de Chapecoense

Johan Ramírez, conocido como ‘el niño ángel’ o ‘el héroe de Chapecoense’ concedió una entrevista para el diario El País de Cali en la que recordó con tristeza lo sucedido hace un año en las montañas de la Unión, Antioquia.

En ese momento un avión de la aerolínea boliviana LaMia se estrelló a 17 kilómetros de su destino, dejando muertos a 71 de los 77 pasajeros, entre ellos 21 jugadores del equipo brasilero.

El niño de tan solo 15 años y su padre, Miguel Ramírez, fueron los primeros que lograron llegar al lugar del accidente y ayudar a los sobrevivientes. Guiaron a los rescatistas y aunque perdieron sus cultivos, les interesó más ayudar a sus semejantes.

‘El niño ángel’ habló con El País y contó como fue el día del trágico accidente.

¿Cómo se enteró del accidente?

En la casa habíamos oído el paso de un avión. Luego escuchamos un impacto muy fuerte como a las 10 de la noche y ahí nos dimos cuenta de lo sucedido. Nosotros nos levantamos, fuimos al sitio de la tragedia y con mi papá comenzamos a ayudar a los que pedían auxilio. Después empezaron a llegar las ambulancias.

¿Les tocó caminar mucho para llegar al sitio de la tragedia?

Sí, primero subimos por un camino por donde están los cultivos de mi papá; tomamos esa vía y llegamos rápido. Fueron como 13 minutos desde la casa hasta el lugar del accidente.

¿De qué manera identificaron que había sido un accidente muy grande?

Por una especie de temblor que sentimos en la casa después de una explosión muy fuerte. Estábamos en la casa y de inmediato salimos a ver de qué se trataba.

¿Qué es lo primero que recuerda haber visto al llegar al sitio?

Con lo primero que nos encontramos fue con el avión destrozado; como no estaba tan oscuro a pesar de la hora, pudimos ver también la cantidad de personas alrededor del avión, y de inmediato comenzamos a colaborar.

¿A quién es el primero que ayuda a salir de la zona?

A Álan Ruschel es el primero que yo ayudo; mi papá venía bajando con Ximena (Suárez), la azafata, y luego encontramos a Follmann, el portero; mi papá luego ubicó al periodista (Rafael Henzel) y después encontramos al técnico de aviación (Erwin Tumiri). Después, a las 3 de la mañana, comenzaron a llegar muchos civiles, entonces la policía sacó a la gente de la zona.

¿Los sobrevivientes alcanzaron a decir algo?

Cuando los encuentro, lo único que veo es que se quejan de tanto dolor; algunos estaban inconscientes. A los que les pude hablar solo les preguntaba sus nombres para identificarlos.

¿Cómo fue el proceso para bajar a los heridos de esa zona tan montañosa?

Mi papá y yo éramos los guías y bajamos a los heridos en camillas con la ayuda de los socorristas que ya habían llegado. Había que hacerlo con cuidado por las heridas que tenían todos.

¿Es habitual escuchar ruido de aviones por donde ustedes viven?

Sí, porque ese es el camino de todos los aviones antes de llegar al José María Córdova. Ya estamos acostumbrados a esa clase de ruidos.

¿Ha vuelto a Chapecó?

Hace 15 días vine de Brasil. Estuve en un festival de música religiosa, fui a conocer más a los sobrevivientes, y conocer a Chapecó y a su gente. Me atendieron muy bien.

¿Habló con los sobrevivientes?

Sí, hablé con Follmann y con el periodista Henzel, me decían que les contara la historia; están muy agradecidos por la colaboración que les brindé en el momento del accidente. Allá se siente el agradecimiento de las personas.

¿Este suceso le cambió la vida?

No creo, sigo siendo la misma persona, estoy estudiando; tuve un momento de fama, pero no me agrandé. Soy humilde y solidario, tengo una perspectiva de la vida ahora con lo sucedido.

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