La Palabra Halloween, es usada como tal por primera vez en el siglo XVI, y traduce como “víspera del día de todos los Santos” y tiene su origen en una festividad de los Celtas (antiguos habitantes de Irlanda).
La tradición de las calabazas se originó en Irlanda, con la leyenda irlandesa de Jack O’Lantern, un hombre que invitó al diablo a beber a su casa en la noche de todos Santos, y finalmente acabó en el infierno.
Se cree que el uso de trajes y máscaras se implementó en la celebración por la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos, es decir, el propósito era adoptar la apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado. De ahí que haya disfraces terroríficos.
El hecho de que esta fiesta haya llegado hasta nuestros días es, en cierta medida, gracias al enorme despliegue comercial y a la publicidad engendrada en el cine estadounidense. Esto ha permitido que a través de los años se siga celebrando este día, en el que miles de niños se disfrazan para salir a pedir dulces al unísono de «triqui triqui halloween, quiero dulces para mí,y si no me das, se te crece la nariz».
Sin embargo, la festividad de Halloween se ha convertido en un evento muy importante que ya no solo involucra a niños, como hace algunos años, también involucra a adultos, quienes al igual que los niños aprovechan en las noches para disfrazarse y salir a celebrar en algún bar o discoteca.
Para este día se espera que miles de niños en Colombia y el mundo salgan con sus calabazas y acompañados de sus padres a recoger dulces en el vecindario o en un centro comercial. Por eso las autoridades recomiendan seguir las siguientes instrucciones para una tranquila celebración.
- Revise los dulces antes de consumirlos, fíjese en las fechas de vencimiento y condiciones del empaque.
- Deseche los dulces que no estén empacados ni rotulados.
- Por su bienestar, consuma exclusivamente los dulces que estén envueltos en su empaque original.
- No permita que sus hijos pidan dulces sin la compañía de un adulto responsable.
- Vigile a sus hijos en todo momento y no los deje al cuidado de un extraño.
