El alcalde de Montería, Marcos Daniel Pineda, la tiene ‘dura’ para el 2017 porque el Concejo le puso freno a unas facultades amplias que había solicitado para poder hacer movimientos presupuestales.
En enero de 2017 no hay sesiones de tal forma que en la administración empezaron a preocuparse porque no podrá hacer pago a los docentes, tampoco podrá hacer movimientos con los recursos para la alimentación escolar, giros a las Empresas Promotoras de Salud, mantenimiento de parques y zonas verdes, el pago a los vigilantes de los colegios y obras de infraestructura.
Ante esta posibilidad, los concejales señalaron que no es cierto que se paralizará el municipio porque el alcalde puede convocarlos a sesiones extras.
Insistieron en que no habrá parálisis porque también puede solicitar facultades protémpores pues lo único que hicieron fue excluir los artículos que le daban poder absoluto sobre las finanzas, para que entregue explicaciones concretas a los monterianos sobre las inversiones y el manejo del dinero.
Tal y como lo dijo La Lengua Caribe la luna de miel entre el Alcalde y los concejales se acabó. La nueva coalición mayoritaria, integrada por 11 concejales, se la está poniendo difícil.
También le negaron la creación de la oficina asesora de la Gestión del Riesgo, propuesta presentada por el ejecutivo que fue derrotada con 10 votos. Pese al esfuerzo que hicieron los conservadores y José Francisco Navarro no fue suficiente para sacar adelante la iniciativa.
La ‘pelea’ apenas comienza y mientras hay sectores que advierten que los concejales estarían presionando al Ejecutivo para lograr prebendas, hay otros que señalan que el Alcalde quería manejar el presupuesto a su antojo, sin dar mayores explicaciones y ahora no tiene Concejo aliado para que se lo permitan.