Un momento en el que miles de corazones deberían estar palpitando con la pasión del fútbol en la final de la Copa Sudamericana 2016 se convirtió lamentablemente en una reunión para homenajear a los futbolistas, periodistas y demás personas que murieron en el fatal accidente aéreo del pasado lunes 28 de noviembre.
Millones de personas alrededor del mundo sin importar el color, religión, preferencia de equipo o nacionalidad; pintaron su corazón de verde para unirse en un solo sentimiento y despedir a esos 71 héroes que partieron a la eternidad.
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Equipos de diferentes disciplinas deportivas, artistas musicales y lugares emblemáticos del planeta rindieron homenaje desde la noche de este martes a los ‘huracanes del oeste’, que ahora miran a sus hinchas desde el cielo y a su vez conforman la titular del equipo celestial.
La catedral San Jerónimo de Montería fue testigo, en la noche de este miércoles, de una sola voz que cantaba “Ohhh ya no son rivales, se volvieron inmortales”, cántico que los monterianos dejaron para la posteridad desbordando los sentimientos encontrados de una tragedia inesperada.
Niños y adultos encendieron la luz de la esperanza en el atrio del templo y elevaron al cielo, donde ahora están los ángeles brasileros, una plegaria para que el mejor director técnico de la vida los reciba con misericordia.
Durante el homenaje estuvieron presentes los colores verde y blanco, que pasaron de ser los propios de sus banderas, para representar la esperanza y la paz, como símbolo de aliento para las familias brasileras que hoy sufren la impensada partida de sus seres queridos.
Mientras tanto, el estadio Atanasio Girardot de Medellín fue el epicentro de la despedida del club Chapecoense en Colombia y en el mundo, donde el cielo se decoró con 71 palomas blancas que conmemoraron cada vida que se perdió.
“Los brasileros no olvidaremos jamás cómo los colombianos sintieron como suyo el terrible desastre que interrumpió el sueño de nuestro equipo Chapecoense”, fue la frase que dijo con voz nostálgica el Ministro de relaciones exteriores de Brasil, Jose Serra, frase que marcará para siempre la vida de miles de ciudadanos en el mundo.
