Con la necesidad de sumar, Colombia debe jugar así ante Argentina

Con la necesidad de sumar, Colombia debe jugar así ante Argentina

Hector LópezPor: Héctor A. Enríquez López

¡El fútbol da revanchas! Esta es una frase lapidaria y que perfectamente aplica para la actualidad de nuestra siempre querida Selección Colombia, la cual desde hace muchos meses juega a nada (la verdad me costó trabajo escribir la palabra juega). Era el ya lejano 17 de noviembre de 2015, Argentina llegaba a Barranquilla sin su máxima estrella, Lionel Messi, y en Colombia todo era optimismo. ¡Era momento de rememorar triunfos ante los gauchos! Al final fue un pálido 0 – 1 en favor de los albicelestes.

Era el muy cercano 10 de noviembre de 2016, Chile llegaba a Barranquilla sin su máxima estrella Alexis Sánchez y en Colombia todo era optimismo. ¡Era momento de ganar a nuestro verdugo en la Copa América Centenario! Al final fue un pálido 0 – 0 en la cancha del Metropolitano.

Son coincidencias posiblemente. Después de esa derrota contra el equipo del Río de la Plata, los nuestros ajustaron tres victorias en línea, 2 – 3 a Bolivia, 3 – 1 a Ecuador y 2 – 0 a Venezuela. ¿Repetiremos la gesta y obtendremos la victoria en San Juan? Como colombiano antes que columnista, espero que sí, es hora de tener esa revancha futbolística contra el equipo del “Patón” y contra nuestro desteñido juego.

Este debe ser un partido inteligente, Colombia no debe salir a avasallar a la siempre fuerte Argentina porque nuestro rival del martes es un equipo rápido, peligroso y tiene en sus filas al mejor del mundo. Como visitantes hay factores en contra que rápidamente pueden transformarse a nuestro favor, el público, ese jugador número 12 saldrá a “comernos vivos”, pero si pasados los primeros 20 minutos la tricolor marca condiciones sin dejar que los locales lleguen al área, la misma tribuna empezará a desesperarse, contagiando de angustia a su necesitado equipo.

Para lograr esto es preciso hacer circular la pelota lo más lejos posible de Ospina, no dejar que el contrario retenga el balón, siempre jugar de preferencia a un toque buscando transiciones amplias que ofrezcan apertura de la cancha y generen espacios, es un partido de mucha concentración donde hay que ganar en el medio campo y cualquier error en la entrega de la pelota puede derivar en gol.

Yo pararía al equipo con un 4–2–3-1, teniendo como elemento táctico principal a volantes en el papel dúctiles en el manejo de la redonda; por lo mostrado ante Chile Macnelly debería salir como inicialista junto a Cuadrado y a James, conservando la línea de cuatro al fondo. Tenemos la ausencia de los hoy zagueros titulares, creo que hay material humano de calidad para suplirlos con lujo de detalles, Jeisson Murillo ya ha demostrado en la Selección que no le “pesa” la camiseta, Dávinson Sánchez actualmente es titular inamovible en el Ajax de Ámsterdam y en un segundo plano está Álvarez Balanta, quien hace no mucho tiempo se destacaba en River Plate del mismo país al que enfrentamos.

Fabra sin ser más que Farid Díaz debería jugar, esto porque milita en uno de los clubes más importantes de Argentina, motivo que puede crear un factor psicológico de tranquilidad, el cual si es aprovechado podría ser transmitido a sus compañeros.

Adelante debe estar Falcao desde el arranque, por experiencia, por jerarquía, por confianza al jugador (sin jugar en su equipo era titular en la Selección, hoy jugando en el Mónaco es suplente en la tricolor), y porque infunde mucho respeto a la defensa contraria.

alineacion-colombia-argentina

Mi formación sería: Ospina; Arias, Sánchez (Dávinson), Murillo (Jeisson), Fabra; Sánchez (Carlos), Aguilar, Cuadrado, Macnelly, James; Falcao.

Profe Pékerman, creo que el clamor que desde acá le hago es la voz sonora de casi todo un país que a un solo grito le pide: ¡NO MÁS IMPROVISACIÓN! Espero jueguen los que son y no los que a su buen ánimo del día se le ocurra ubicar en posiciones que no corresponden a su propio juego.

PD: Si jugamos en Argentina ante un equipo herido como jugamos en Barranquilla ante Chile podemos regresar con una goleada; si jugamos con inteligencia y sin meternos en nuestro propio arco como hemos hecho en condición de visitante recientemente, volveremos porque no, con tres puntos en el bolsillo.

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