El bolsillo de los monterianos empezó a sentirse lesionado con los nuevos precios que están cobrando por todos los productos de la canasta familiar.
Pese a que el viceministro de Asuntos Agropecuarios, Juan Pablo Pineda, dijo que hay una tendencia a la baja porque hay una buena producción, las cosas en la capital cordobesa son diferentes.
El funcionario, señaló que el buen comportamiento de los precios de los alimentos se empezó a presentar motivado en gran medida a las medidas adoptadas por el Gobierno para contrarrestar los efectos negativos de El Niño, el paro camionero y las movilizaciones indígenas, convirtiéndose en uno de los motores que jalonó la caída de la inflación en el segundo semestre de 2016 y los cuales se mantuvieron a la baja hasta terminar el año.
De acuerdo con el reporte presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, la variación anual total del IPC en 2016 fue de 5,75 %, inferior a la de 2015 que fue de 6,77%.
En 2016, la variación anual del grupo de alimentos fue de 7,22%, mientras que el año anterior fue de 10,85%. Esto se explica por las menores variaciones observadas en el precio de la papa, el fríjol, la cebolla, el tomate y otras frutas frescas, que en conjunto le restaron 0,44 puntos porcentuales a la variación anual de 2016, informó el Dane.
El Viceministro Pineda manifestó, que una mayor oferta de alimentos de origen agropecuario que se ha presentado en los diversos centros de abastos y plazas de mercado jalonan la caída de los precios, lo cual se enmarca en la ejecución de Colombia Siembra, política agropecuaria del Gobierno liderada por el Ministro, Aurelio Iragorri Valencia, que cerró el año con una ampliación de las áreas sembradas en 240 mil hectáreas.
Esa producción no se reflejó en la plaza de mercado de Montería donde los productos subieron hasta 900 pesos, con la cual se dificulta aún más la posibilidad de hacer mercado para las clases menos favorecidas.