Sorpresa, asombro y miedo causa en la ciudad de Montería la decisión anunciada por el Gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta: Nombramiento de un “Gerente de Montería ciudad capital y área metropolitana”.
“¡Es un hecho! Con el nombramiento de Arturo Mercado como gerente de Montería ciudad capital y Área Metropolitana hacemos realidad uno de nuestros compromisos: Articular una agenda de acciones por el desarrollo de nuestra ciudad”, así reza el comunicado del Gobernador en su cuenta de X.
El designado para ocupar este Súper Cargo recayó en el abogado monteriano Arturo Mercado, miembro del partido conservador y precandidato del Senador Marcos Daniel Pineda García a la alcaldía de Montería en el proceso electoral regional 2023.
Imponer en el cargo de Gerente de la ciudad de Montería, sin mediar acuerdo entre las entidades territoriales, a un precandidato perdedor de un partido (Conservador) que se ha declarado desde el concejo en oposición a la administración municipal actual no deja de ser, por decir lo menos, un acto de indelicadeza política y de ligereza del Gobernador que causa miedo en la clase política local.
Aunque por la forma y la manera en que se ha hecho el anuncio por parte del gobernador, antes que obedecer a un acuerdo de creación de una estructura administrativa organizada que consolide la gestión del organismo departamental y de las entidades territoriales municipales involucradas tendría una connotación de índole político impositiva en cumplimiento de acuerdos políticos con un sector de la coalición que ayudó a elegir al gobernador, sector político que perdiera con uno de sus candidatos la elección de alcaldía municipal de Montería.
Conociendo el talante democrático y de compromiso indudable del Erasmo Zuleta con la Ciudad de Montería, me inclino a creer en que la decisión obedeció a un acto de ligereza inconsulta auspiciada por el impulso de un nuevo gobernante que quiere resultados concretos y tempranos del desarrollo de la capital de los cordobeses, tal como lo anunció en su campaña política como candidato.
Ahora bien, existen varios errores de tipo jurídico en el anuncio del Gobernador de Córdoba. En primer lugar, no existe con funciones definidas ni estructura organizativa y administrativas en la planta global de personal de la gobernación de Córdoba, el cargo de Gerente de Ciudad Capital y Área Metropolitana.
El tema de gerencia publica está regulado por la ley y hace referencia al grupo de empleos de naturaleza gerencial que conlleva el ejercicio de responsabilidades directas en la administración pública tendiente a dirigir las acciones estratégicas y de coordinación óptima de ejecución de las metas que cumplan el plan estratégico de la entidad, cuyo ejercicio y resultados son posibles de ser medidos y evaluados.
En segundo lugar, el área metropolitana, municipio núcleo Montería, como entidad administrativa de derecho público, no existe legalmente en el departamento de Córdoba. Sólo existe una iniciativa fallida de creación de los alcaldes de varios municipios limítrofes (Montería, Cerete, Sal Carlos, Ciénaga de Oro, San Pelayo, entre otros).
En tercer y último lugar, el cargo de “Gerente Ciudad Capital” implica burocratización y duplicidad de funciones con otra dependencia de la Gobernación de Córdoba. Nótese, que en el comunicado el Gobernador le ordenó como tarea al nuevo Gerente “brindar apoyo necesario al gobierno de Montería en la atención de la emergencia por el incendio que dejó a varias familias damnificadas en el barrio Nuevo Milenio”, función propia, legal y reglamentaria que cumple la Oficina de Gestión del Riesgo Departamental, entidad adscrita a la Secretaría del Interior y Participación Ciudadana.
Ahora bien, en buena hora y ante la ambigüedad del anuncio de la designación de un gerente para la capital de Córdoba, el gobernador, Erasmo Zuleta, se reunió directamente con el alcalde de Montería, Hugo Kerguelén, en el denominado “Encuentro estratégico” el cual busca “fortalecer la cooperación y la articulación armónica” en el desarrollo integral de la ciudad. La anterior aclaración es válida por cuanto da entender que la decisión de la designación de un gerente no implica delegación de funciones del gobernador y se hace en desarrollo de los principios de coordinación, concurrencia, complementariedad y subsidiaridad entre entidades territoriales.
Estamos plenamente seguros de la voluntad y buenas intenciones de Erasmo Zuleta para con la ciudad de Montería, máxime cuando, por primera vez, es elegido por voto popular un gobernador hijo legítimo de la capital, con arraigo y tradición familiar en el desarrollo económico y social de la ciudad; pero su voluntad y buenas intenciones pueden ser tergiversadas y aprovechadas por los buitres y huérfanos del poder de la capital quienes muy seguramente querrán sacar provecho del SUPER CARGO anunciado para capitalizarlo con propósitos políticos perversos haciendo creer que existe para ellos una gobernación paralela para la capital y el medio Sinú cordobés.