Una dolorosa noticia se ha hecho mundialmente conocida y el caso de Sammy Teusch, un pequeño de diez años, que era violentado por parte de sus compañeros de escuela en Indiana, Estados Unidos, por lo que lamentablemente el menor se suicidó.
Sus padres se encuentran destrozados ante lo que pasó e indicó que habían alertado a las autoridades escolares al menos 20 veces antes de que esta tragedia tocara la puerta de su hogar y destrozara a su familia.
De acuerdo con el testimonio de sus progenitores, su hijo siguió sufriendo acoso hasta la noche en que se quitó la vida, aunque jamás pensaron que algo así podría ocurrirles.
«Al principio se burlaban de él por sus lentes y luego se burlaron de sus dientes», contó Sam, el padre.
Después, el abuso se volvió físico, pues fue golpeado en el autobús escolar y sus compañeros le rompieron los lentes. El bullying comenzó el año pasado, cuando Sammy estaba en la primaria, y continuó en la Escuela Intermedia Greenfield. De acuerdo con los familiares, el niño había alertado a los maestros y al resto del personal sobre la violencia de la que era víctima.
En cuanto a la noche de la triste noticia, Sam dijo que: «Lo sostuve en mis brazos. Hice lo que ningún padre debería hacer jamás y, cada que cierro los ojos, es todo lo que puedo ver».