La historia de Ryan Brandt, una mesera del restaurante ‘Oven and Tap’, le está dando la vuelta al mundo, tras ser despedida después de recibir una generosa propina de $4,400 y negarse a repartirla entre sus compañeros, como le ordenó su jefe.
La propina fue dada por Grant Wise, propietario de una empresa inmobiliaria local, durante una reunión del ‘Club de las cenas de 100 dólares’, cuyo objetivo era ayudar a los meseros afectados por la pandemia.
Según Brandt, su jefe le indicó que solo podía quedarse con el 20% del dinero y debía repartir el resto, a lo que ella se negó, resultando en su despido tras haber trabado durante tres años en el local.
Su caso rápidamente se viralizó en redes sociales y muchos usuarios mostraron su enojo por la actitud tan egoísta que tuvo el jefe, sin embargo, otro número de personas señalaron que lo mejor que pudo hacer era repartir la propina y no ser mezquina.