Él es Sultan Kösen, un hombre de origen turco que creció como cualquier otro niño hasta los 10 años, pero fue en ese momento tuvo un tumor en la glándula pituitaria que le provocó una enfermedad conocida como gigantismo pituitario, esta enfermedad descontroló su ritmo de crecimiento a tal punto que, en 2009, cuando tenía 26 años, fue reconocido como el hombre más alto del mundo.
Actualmente Sultan tiene 40 años y es el vivo más alto del mundo, así lo confirmó en diciembre de 2022 el libro Guinness Récords, quienes anunciaron que el hombre mide 2,51 metros, una altura que ha dejado impresionado a muchas personas alrededor del mundo.
Sin embargo, la vida para Kösen no es nada fácil, ya que medir más de 2 metros hace que las cosas del mundo cotidiano se vean y se sientan más pequeñas, por eso que su día a día es más difícil. Por ejemplo, para él tomar un taxi o montar en cualquier auto, puede ser a veces imposible, simplemente porque no cabe. También es difícil para él tomar una lata de gaseosa porque sus manos son tan grandes que no puede abrirla.
A pesar de que su vida diaria es un desafío Sultan ha aprendido a lidiar con la atención y lo hace con gracia. Suele decir que ser tan alto tiene sus ventajas: se le da bien colgar cortinas y cambiar bombillas. «Todo el mundo es diferente, pero al fin y al cabo todos somos las mismas personas», ha expresado.