Por: Horacio Garnica Díaz
Las inundaciones de la MOJANA es un problema viejo. El director del CENTRO FE HISTORIA DE AYAPEL-CENHAYA, mi muy apreciado amigo, el historiador Johnny de La Ossa Beleño, retrotrae lo recién dicho en la siguiente imagen y su correspondiente texto.
Qué ironías tiene la vida: el gato le tiene pavor al agua, pero la boca de «cara e gato» en el río Cauca, no solo traga abundante agua de inundación, sino que también ha tragado millones y millones de pesos en obras incapaces de taparle la boca al pequeño felino.
Ningún gobierno ha atinado en solucionar estructuralmente las inundaciones de la Mojana, solo paliativos hidráulicos que han servido presuntamente para engordar bolsillos de contratantes y contratistas, mientras los inundados padecen solitarios toda clase de penurias. El cierre de «cara e gato» no es la solución, porque el río en la búsqueda de su cauce ensancha la boca, así como se ensanchan las desesperanzas y el desamparo de los habitantes de los departamentos afectados por las inundaciones de la Mojana que tienen varias causas.
La Mojana de por sí es una planicie inundable; su estado depende del pulso de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge. Esto quiere decir que las inundaciones en la Mojana: «Es un proceso natural recurrente que se agudiza con la duración del periodo de lluvias como por los impactos ambientales que a lo largo de las vastas cuencas del Magdalena, Cauca y San Jorge vienen sucediendo como consecuencia de procesos productivos diversos que incluyen explotaciones agrícolas, minera, sedimentación, deforestación, trazado de vías, taponamientos y asentamientos humanos».
Las inundaciones en La Mojana según Germán Vargas Cuervo, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional, obedecen a condiciones naturales tales como: contexto hidrográfico, condición geológica, geomorfológica, morfodinámica, erosiva y dinámica.
También responden al ambiente trópico. No es de caso, por lo prolijo, describir las condiciones naturales y trópicas causantes de las desbordamientos en La Mojana, pero su sola enunciación indica que el cierre de «cara e gato» no es la verdadera solución, es solo un paliativo hidráulico. Se requieren de «obras de carácter multipropósito que incluyen construcciones, como proyectos para la recuperación del sistema hidráulico natural de la región para mantener el aprovechamiento productivo, agropecuario, así mismo para prevenir los riesgos».
Debe y tiene que afrontar el nuevo gobierno este viejo problema de las inundaciones por dónde es, para no seguir como se venía afrontando este recurrente fenómeno.