El presidente Gustavo Petro derogó la norma 1844 del 2018, la cual le otorgaba facultades especiales a la Policía para hacer frente a la posesión, tenencia, entrega, distribución o comercialización de sustancias psicoactivas en espacios públicos.
Esta medida responde a un cambio contemplado en el Plan Nacional de Desarrollo, el cual estableció que la Política Nacional de Drogas debía apuntarle a “asegurar evitar la criminalización de personas de drogas a través de medidas correctivas, sino que también sea necesario orientar el esfuerzo y la capacidad institucional, para contrarrestar la oferta de sustancias psicoactivas”.
A pesar de que la derogación de la norma podría darle un enfoque mayor a la rehabilitación de personas con adicción a las drogas, así como la descongestión del sistema judicial en el país, muchos alegan que la Fuerza Pública quedó desarmada para combatir el microtráfico.
“Estoy viendo que ya ciertos sectores de la prensa confunden contravención de policía que se expresa en el código de policía con delito, que se expresa en el código penal”, señaló el jefe de Estado a través de un trino en X.
Y añadió que, “si la constitución permite la dosis personal, la actividad de la policía no se debe centrar en perseguir consumidores de estupefacientes sino en perseguir los grandes capos de la droga y en perseguir los delitos que afectan la ciudadanía”.
Por su parte, el congresista Jota Pe Hernández y el alcalde electo de Medellín Federico Gutiérrez criticaron esta medida, señalando que esto “le hace un gran daño a la sociedad colombiana” y que “ya no necesitan el proyecto de la marihuana”.