“Mi casa queda en una loma cerca de la estación Andalucía. Allí vivimos tres personas. Mi mamá, El monstruo y yo. Cada vez que me voy a dormir puedo ver que en la esquina de mi habitación se para el monstruo para verme mientras duermo. Me da miedo que me haga algo mientras no puedo verlo, puedo sentir su mirada más y más profunda, como si sus intenciones se escucharan a gritos. Le he puesto varios nombres, El monstruo, El vigilante, el coco y muchos otros. Pero mi mamá le dice amor”.
Miguel Ángel López, de 15 años, escribió esta historia para el concurso de cuento Medellín en 100 palabras, del que fue ganador en la categoría juvenil el año pasado. “El monstruo en mi cuarto”, como se titula el cuento, fue destacado por el jurado del concurso que es organizado por Comfama, en alianza con el Metro de Medellín y el apoyo de la Fundación Plagio de Chile.
“Me desperté con esto. El relato ganador de Medellín en 100 palabras me dejó frío. Tan hermoso como fuerte, desgarrador”, “El ganador del concurso de cuentos Medellín en 100 palabras revela la aterradora realidad de nuestros niños y niñas”, “Me duele este talento. Cuanto sufrimiento en un escrito tan corto”, son algunos de los comentarios que se han hecho sobre el cuento ganador en la categoría juvenil.
El desgarrador relato ha provocado que algunas personas soliciten, a través de redes sociales que el Instituto colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) haga un seguimiento a la historia por la probabilidad de que en ella esté implícita una situación de riesgo.
En 2021 el cuento que ganó Medellín en 100 palabras en la misma categoría juvenil tenía también como eje central de la narrativa un hecho de violencia sexual. Se tituló “Moños rojos”, y es este: “Ese día no llegué temprano al colegio, ni tarde ni a tiempo, ese día no llegué, porque él me tomó de la mano y lo único que no me quitó fueron mis moños”, escribió la autora.