El 16 de mayo de 2022, Jesús Vargas Murillo, sin ser médico veterinario, al parecer, usó una pileta en la calle, y le amputó una pata y le hizo un procedimiento de esterilización a ‘Michi’ sin ningún protocolo o medida de salubridad.
Los hechos ocurrieron en vía pública de Girón, Santander. Días después, ‘Michi’ murió debido a una falla sistémica en el hígado y los riñones, producto de una sobredosis de fármacos.
La investigación de Gelma estableció que Vargas no está registrado como médico veterinario.
En su momento, lo sucedido fue rechazado por cientos de personas que hoy celebran que se esté haciendo justicia por la manera tan cruel cómo murió el gatico.
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