<em>“Déjá vu” en el Partido Liberal</em>

“Déjá vu” en el Partido Liberal

El mecanismo para que el Partido Liberal tenga candidato a la gobernación de Córdoba parece un déjá vu del proceso electoral pasado en el que se avaló al actual gobernador Orlando Benítez.

En efecto, el déjà vu que se está viviendo en el Partido Liberal en Córdoba nos retrotrae al año 2019, cuando Benítez Mora, junto con unas amplias, significativas y reconocidas bases rojas, tuvieron la valentía de desafiar a la dirigencia de su partido para ganarse, dentro del mismo partido, la candidatura a la gobernación.  Del mismo modo, en esta oportunidad electoral, he aquí el déjá vu, aparecen los hermanos Calle, quienes con una estrategia parecida a la Benítez, tratan de quedarse con el aval de gobernación del Partido Liberal en el departamento de Córdoba.

En la dirigencia departamental del partido rojo nadie había preveído que esto podía pasar, nadie estaba mentalmente preparado. La decisión del partido ya estaba tomada desde el momento mismo en que la llamada “Gran Coalición” aceptaba a Benítez Mora como su candidato (2019). Uno de los puntos del acuerdo, en la que participó el mayor de Los Calles, el representante, como convidado de piedra, sin voz ni voto, pues la dirigencia allí sentada no lo conocía ni lo reconocía como cabezas de la organización política liberal, fue que “La Gran Coalición” ya tenía definido su candidato para las elecciones de 2023.    

Ahora bien, la pretensión del menor de Los Calle, Gabriel Enrique, no solo se queda en obtener el aval liberal, sino lo que intenta realmente es iniciar una cruzada para romper la “Gran Coalición” y consecuencialmente el acuerdo existente. En esto se diferencia de la estrategia de Benítez, quien buscaba el aval liberal, pero para poder ser candidato de la “gran coalición”. Los hermanos Calle, saben que la “Gran Coalición” no contempla la mínima posibilidad de tener a Gabriel, aunque tenga el aval liberal, como su candidato.

Así que, para lograr el propósito del aval liberal, Gabriel Calle, tendrá que pasar por encima de Fabio Amin, jefe estatutario del Partido Liberal en Córdoba, desobedecer, confrontar y hasta desconocer a su mentor y aliado político, Orlando Benítez, además de convencer, derrotar o desconocer al líder histórico del Partido Liberal Juan Manuel Lopez e irse directamente ante el superior jerárquico del partido, Cesar Gaviria, para que le dé, personal y de manera inconsulta, el espaldarazo. Este propósito no lo logró ni Benítez Mora, quien tuvo que esperar hasta el final la decisión de la dirección departamental.

Es preciso anotar en este punto, que para el señor “Juancho” Lopez, en su larga vida política, este tipo de jugarretas son una constante y un recurrente déjá vu

De manera que, hasta aquí podría llegar el déjá vu en el Partido Liberal lo cual quedaría tan solo como una desafortunada anécdota de una iniciativa abortada prematuramente para dar inicio a la verdadera realidad de Gabriel Calle, quien con el fin de ser candidato, ha ideado, junto a su hermano Andrés, otros planes estratégicos.

En primer lugar, tienen montada su propia coalición con Carlos Ordosgoitia (elegido alcalde por la Gran Coalición) quien a su vez la tiene con Musa Besaile (quien deja la gran coalición) para continuar derrotando en Montería la hegemonía conservadora de Marcos Pineda (nuevo miembro de la Gran Coalición). Todo un “déjá vu” de clientelismo, corrupción, oportunismo y degradación de la política por parte de aquellos que la conciben como un negocio y una oportunidad de crecimiento patrimonial.

En segundo lugar, viendo que la tarea no es nada fácil, y así lo saben los hermanos Calle, concibieron que la candidatura de Gabriel Calle la harían a través de un grupo significativo de ciudadanos con quienes pretenden recoger más de 300 mil firmas que avalen su candidatura. Acuden, los Calle, según ellos, a las “bases liberales”, para que sean esas bases populares, en ejerció de la democracia directa quienes elijan como candidato a Gabriel. Si ello fuere así, nos preguntamos: ¿por qué no impulsar una consulta interna o interpartidista dentro de su propio partido habida cuenta que el Partido Liberal manifestó ante el CNE su intención de realizar consultas?. La respuesta seria apena lógica, no son liberales, su llegada fue oportunista, venían de trasegar por la Ñoñomania y el Vargas Llerismo, ahora emigrar al Petro-progresismo (déjá vu en la izquierda).

En tercer y último lugar, pretende, Gabriel Calle Aguas, convertirse en candidato del Pacto Histórico (de hecho, ya usa sus símbolos) por consenso o por designación directa, a bolígrafo limpio, de algún redentor de palacio o de algún “nuevo estratega” con partido político nuevo. Aunque, por los tiempos del calendario electoral y por la dinámica de candidaturas de esta organización política, es una posibilidad que se le agota.

Finalmente, las actuaciones del Clan de Los Calle trasgreden los postulados éticos del partido Liberal y connotan una actitud grotesca ante su militancia y dirigencia: Se “disfrazaron de guerrilleros” (expresión utilizada por el patriarca del clan por apoyar a Petro) para robar la bandera roja y en una plaza pública entregársela al candidato y hoy presidente Gustavo Petro, desafían al presidente del partido, Cesar Gaviria, en sus posiciones ideológicas, programáticas y de relación con el gobierno nacional, se apropian, ilegalmente, del logo símbolo del partido para  impulsar a un supuesto grupo significativo de ciudadanos (no hay evidencia de su registro) y, además, tienen la pretensión de acudir a unas bases liberales, que no tienen, para confrontarlas deliberadamente con su propia dirigencia;  todo lo hacen a sabiendas que robarse las velas para leer la biblia no deja de ser un pecado.