El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró que esa nación pasó de “ser el país más peligroso del mundo a ser el más seguro de América Latina” y señaló que se convirtieron en un “referente de seguridad”.
Ese anuncio lo hizo durante su discurso ante el pleno de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Sus declaraciones se dan en el marco de un régimen de excepción que le ha permitido encarcelar a miles de presuntos pandilleros que han sembrado el terror en el país centroamericano por décadas.
Estas medidas le han valido aplausos de la comunidad internacional y de la misma ONU, sin embargo, por otro lado, también hay sectores de la comunidad internacional y organizaciones sociales que han mostrado su rechazo a la política con la que busca mejorar la seguridad de El Salvador.
Además en múltiples ocasiones lo han acusado de violar derechos humanos y encarcelar inocentes. En el último tiempo, se conoció un informe presentado por la organización Socorro Jurídico Humanitario (SJH) en la que se hace una grave denuncia de violación de derechos humanos.
El estudio recoge entrevistas de familiares de presos, fuentes del sistema penitenciario, la fiscalía y la Policía Nacional Civil. Según el conteo, una persona ha muerto cada cuatro días en las cárceles de El Salvador desde el inicio del régimen de excepción en marzo del 2022.
Cifras que desmentirían las presentadas por Medicina Legal que señalan que solo han contabilizado 73 muertes y todos por enfermedades. Los investigadores de la SJH indicaron que la cifra real podría ser cercana a los 500 muertos.
De esa cifra, el 40% sería por homicidios al interior de los penales y el 31% por negligencias médicas, como la falta de atención a enfermedades o sangrados.