El informe más reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a los cigarrillos electrónicos como una «trampa mortal», además advirtió que de 2.000 millones de personas en todo el mundo están en riesgo.
La OMS indica que es preocupante la presencia de nicotina en estos dispositivos ya que está vinculada al desarrollo de problemas cerebrales en personas menores de 20 años que utilizan cigarrillos electrónicos.
La popularidad creciente de estos artefactos es impulsada por las supuestas ventajas que ofrece esta tecnología, las cuales la industria ha promocionado para respaldar un negocio que ha suscitado muchas dudas en cuanto a sus efectos negativos para la salud de los consumidores y su entorno.
Frente a esta situación, la OMS observa una creciente tendencia a nivel mundial de los gobiernos para controlar el consumo de vapeadores y productos similares.
Es de resaltar que, un 40% de los países en desarrollo ya tienen normativas para limitar su consumo, y en el 79% de las regiones más pobres se está intentando regular la venta de estos dispositivos.
Por otra parte, solo 42 países en el mundo han logrado prohibir el uso de cigarrillos electrónicos en espacios interiores públicos, lugares de trabajo y medios de transporte público.