Durante varios años diferentes estudios han revelado que dormir con mascotas tiene consecuencias positivas, es decir, que estas ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad.
Según la investigación hecha por la doctora Christy L. Hoffman, ella estudió a 962 mujeres que vivían en Estados Unidos y reveló que, de ellas, el 55% de las mismas afirmaron compartir su cama con su perro o su gato, y el 57% aseguró que también dormían con otro ser humano.
Las participantes en el estudio rellenaron un cuestionario acerca de la calidad de su sueño y la seguridad que sentían al estar en presencia de su mascota, y también sobre cómo sus compañeros afectaban a su descanso por la noche.
Tras los resultados, la doctora Hoffman afirmó que las mujeres que dormían con otras personas o gatos interrumpían más su sueño mientras que los perros apenas las despertaban e incluso las hacían dormir mucho mejor.
Pero, ¿cuál es el posible motivo? los investigadores sugieren que las personas que tienen perros tienden a tener unos mejores hábitos nocturnos y unas rutinas del sueño más estrictas y favorables (por norma general se acuestan antes y se levantan antes para pasearles).