El hecho ocurrió en los alrededores de la Universidad de Guayaquil, Ecuador, donde un sujeto fue sorprendido robándole a un joven, a quien amenazó con un arma cortopunzante para quitarle sus pertenencias.
De inmediato la comunidad enfurecida, atrapa al delincuente y lo amarra a un poste de luz, para proceder a darle unos correazos y así darle una lección por su mal actuar.
Antes de hacer el llamado a las autoridades, dos ciudadanos lo azotaron en la espalda y en el rostro, mientras el delincuente pedía piedad. Al final llegó un uniformado de la Policía para llevarse al sujeto.
A raíz de la inseguridad que se vive, muchos ciudadanos deciden tomar la justicia por sus propias manos, están cansados de sufrir cada vez más actos de delincuencia.