Tal parece que algunos monterianos están de acuerdo con la incursión armada que ocurrió en la vereda El Vidrial de la ciudad, pues es común escuchar frases como “está bueno que haya pasado a ver si aprenden”.
Sin embargo, la raíz del problema sería más complicada de lo que parece, ya que muchos lo ven como un simple aviso de unos delincuentes que se autodenominaron como miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, popularmente conocidas como ‘Clan del Golfo’.
Cuando en realidad no es más que una pequeña muestra del poderío que tienen las bandas delincuenciales en la capital cordobesa, para intimidar a más de 100 personas que se encontraban departiendo en un establecimiento comercial.
Además, de la poca presencia policial en las zonas rurales, debido a que los fines de semana la comunidad se estaría pasando la ley por la faja, violando las medidas de bioseguridad en los rincones más recónditos de Montería.
Lo cierto es que quedó al descubierto que los esfuerzos no solo deben estar concentrados en la zona urbana, sino también en la rural que es un gran epicentro de contagios, por las aglomeraciones que se propician en sitios como billares, galleras, cantinas, entre otros.
Así las cosas, las autoridades deberán ser garantes que este tipo de situaciones atemorizantes y criminales no se sigan presentando, con el fin de parar una tragedia que pudo ser evitada.
Por otro lado, este tipo de frases solo alimenta comentarios vergonzosos que catalogan no solo a la ciudad, sino al departamento de ser una tierra paramilitar, cuando Córdoba está llena de gente pujante y trabajadora.