¡No joda, qué señor tan cínico este!

¡No joda, qué señor tan cínico este!

Cada vez que escucho aquel video de Cesar Gaviria en donde dice: “Uribe mentiroso” “Uribe mentiroso” digo: ¡No Joda, que señor tan cínico este! ¿A quién piensa engañar? Uribe como Senador, fue el brazo derecho de Gaviria cuando fue Presidente de Colombia; las leyes que más daño le han hecho a este país son la Ley 50 del 90 y la Ley 100 de 1993, ambas presentadas por Gaviria y defendidas como gato boca arriba por Uribe al interior del Congreso.

Es importante anotar que Cesar Gaviria Trujillo antes de ser Presidente de Colombia fue Ministro de Hacienda 1986-1987 y nos hizo llorar lágrimas de sangre; posteriormente fue Ministro de Gobierno desde 1987 hasta febrero de 1989, ambos ministerios los ocupó durante el mandato de Virgilio Barco.

No podemos desconocer que durante el gobierno de Barco se incrementaron los asesinatos de líderes sindicales, muchos de ellos acusados de guerrilleros de  manera injusta; el objetivo era acabar con los sindicatos, de no hacerlo el “desarrollo económico” de Colombia, como lo habían proyectado los organismos internacionales, para los siguientes 30 años peligraba.

Para lograrlo el gobierno Colombiano debía acatar las recomendaciones del Fondo Monetario internacional y del banco mundial que habían manifestado que el Estado Colombiano era muy grande y había que desestatizarlo, desregularlo, porque se requería que Colombia fuera un Estado fuerte que promoviera el “desarrollo”.

Cuando reseñan que el Estado colombiano era muy grande y había que reducirlo, hacen referencia a las  empresas del Estado, como las Electrificadoras, Ecopetrol, Caja Agraria, Banco Cafetero, Banco Popular, las Empresas Públicas de cada Municipio, Telecom, los Hospitales Públicos, es decir, la salud en general y el resto que fueron privatizadas y siguen privatizando. Pero ¿Cómo iban a hacerlo si la mayoría de ellas contaban con sindicatos fuertes que defendían no solo los intereses de los trabajadores, sino, a las mismas empresa para que no la acabaran los corruptos?

Muy sencillo, dándoles en la médula, acabando físicamente con los dirigentes más connotados del sindicalismo colombiano; Cesar Gaviria como Ministro de Virgilio Barco abrió  el camino para que cuando fuera Presidente todo estuviera listo para la Reforma Laboral que tanto necesitaban, su escudero fue Álvaro Uribe Vélez quien al interior del Congreso defendió el proyecto de Ley de Reforma al Código Sustantivo del Trabajo que desde el 28 de diciembre de 1990, es ley de la República conocida como la Ley 50 del 90.

La Apertura Económica, la ley 50 del 90 y la Ley 100 de 1993, engendros de Cesar Gaviria Trujillo y Álvaro Uribe Vélez, ha sido el más duro golpe que le han propinado al pueblo colombiano; la primera dejó en la calle a miles de trabajadores incrementando la pobreza y miseria en muchos hogares de este país; la segunda le quitó las mejores reivindicaciones a los trabajadores como la estabilidad laboral, la retroactividad de las cesantías, la eliminación de la pensión sanción y la creación de los fondos privados y la tercera convirtió la salud en un negocio y no en un derecho.

¿Con la puesta en marcha de la Apertura Económica y la implementación de la política Neoliberal ganó el país? ¡De ninguna manera!  Ganaron los grupos económicos, las multinacionales o los grandes empresarios, la pequeña y mediana industria, es decir, las PYMES cada día desaparecerán; con dolor de patria puedo asegurarles que en el proyecto de país no están contempladas las PYMES,  a esto se debe el desmonte de muchos negocios como los que vemos en las fotos que les adjunto.

¡Despierte amigo! El 13 de marzo del próximo año son las elecciones del Congreso colombiano en donde se hacen las leyes, no podemos dejar que sean los empresarios quienes las hagan, si queremos que la salud sea un derecho y no un negocio, si queremos que nuestros hijos tengan estabilidad laboral y no sean contratados por bolsas de empleo, cambiemos la correlación de fuerzas en el congresos, elijamos verdaderos representantes del pueblo, para que leyes como la Ley 50 del 90 o la ley 100 del 93 sean derogadas.