Las autoridades desmantelaron una red de corrupción que operaba en la cárcel La Tramacúa de Valledupar, donde un grupo de siete guardianes del Inpec vendían celulares, comida, licor y tarjetas (sim card) a los reclusos.
Las investigaciones revelaron que, los dragoneantes realizaban el ilícito con ayuda de un dron de 35 millones de pesos que les ayudaba a hacer las entregas.
Una hamburguesa tenía costo de 250 mil pesos, una caja de arroz chino entre 400 y 500 mil y el ingreso de licor hasta 1 millón de pesos.
Sin embargo, el modus operandi de los guardias quedó al descubierto luego que se cayera un paquete en una zona diferente a la indicada.
El encargo contenía 18 celulares que iban para un interno de la torre 5, cada dispositivo tenía un valor de 700 mil pesos, para un total de 12’ 600.000.
Finalmente, los guardias fueron enviados a la cárcel, donde están a la espera del juicio por el delito de concierto para delinquir agravado.