Una nueva hipótesis comenzaría a cobrar fuerza sobre el magnicidio del presidente de Haití, Jovenel Moise, la cual excluiría a los colombianos de su presunta responsabilidad en el caso.
Todo parece indicar que, están considerando que los colombianos hayan sido engañados por una presunta empresa de seguridad que los contrato en Haití, para reforzar el equipo de seguridad presidencial.
Tanto así que, ingresaron legalmente a dicho país los 26 connacionales, la mayoría de ellos retirados del Ejército y con cursos de lancero, tirador de alta precisión, fuerzas especiales, inteligencia, y demás especialidades, lo que pone en duda por qué no abandonaron la isla, si supuestamente cometieron el crimen.
“El objetivo era prestar seguridad a varios dignatarios en la isla, por la tensa situación de orden público y político que se registra, en un periodo de prueba de tres meses, con un pago mensual de 2.700 dólares, si pasaban la prueba entrarían con un contrato por cinco años”, indicaron las autoridades.
Extraoficialmente, se conoció que, los exmilitares habrían arribado a la casa del presidente luego del homicidio y socorrieron a la primera dama, quien aún seguía con vida tras recibir varios impactos de bala.
Uno de los militares capturados por el Gobierno de Haití, Manuel Antonio Grosso Guarin, es uno de los más preparados, pues cuenta con un curso que fue dictado por un comando norteamericano, además, en redes sociales publicó fotos de cuando llegó al lugar.
Así las cosas, se espera que la comisión que mandó el presidente Iván Duque a Haití logre esclarecer lo sucedido para determinar si los colombianos participaron o no en el magnicidio.