Luego del suicidio de Irlena Patricia Gallego Durango, de 27 años, salieron a relucir los motivos que llevaron a la joven a tomar la fatal decisión de quitarse la vida.
La joven oriunda del municipio de San Pelayo, Córdoba, grabó tres videos en su celular en los que le pidió perdón a su familia y a las personas que confiaron a ella para darle un dinero.
En medio del llanto, Irlena le pidió perdón a su esposo en la filmación, quien se esmeró por ayudarla económicamente y cumplirle sus caprichos.
Versiones extraoficiales dan cuenta que, la mujer trabajó en una cooperativa prestamista del centro de Montería y posteriormente, la ambición la llevó a crear su propio negocio informal de captación de dinero, pues no estaba conforme con el dinero que ganaba.
De esta forma, la joven comenzó a captar el dinero de conocidos para prestarlo a otros clientes, manejando más de 800 millones de pesos, sin embargo, no tenía como pagar los intereses ni el capital.
Se conoció que, entre los estafados figuran abogados, pensionados, comerciantes y contratistas, quienes corroboraron dicha información y afirmaron que, perdieron todo, pues ella era quien estaba frente al negocio.
“Debí matarme antes de que llegaras a mi vida para no hacerte daño. Me hundí sola por estar detrás de la plata para darme muchos gustos paseando y comprando vanidades”, afirmó la mujer en una de las filmaciones que grabó, mientras llevaba en sus manos el frasco de cianuro con el que se quitó la vida.
Aún se desconoce quién le dio el letal veneno a la mujer, pues su comercialización es restringida, pero lo cierto es que quien la encontró sin vida fue su compañero sentimental en una de las habitaciones del apartamento donde residían en El Centro de la ciudad de Montería.