Un trágico suceso ocurrió en un hogar en el barrio céntrico Santander del municipio de Momil, Córdoba, donde un niño de dos años murió ahogado luego de tragarse una golosina.
El pasado viernes 9 de octubre, el menor Alan Elías Romero Coavas, pasaba tiempo con sus seres queridos y degustaba unos masmelos cuando repentinamente se presentó la emergencia.
Todo parece indicar que, el pequeño se tragó uno de los dulces sin triturarlo y este se quedó pegado en las paredes de la garganta, lo que le causó impedimento para respirar y terminó asfixiado.
A pesar que sus familiares reaccionaron rápidamente, y los trasladaron a un centro hospitalario, los médicos indicaron que ingresó sin signos vitales.
La muerte del menor ha causado gran tristeza, pues además de ser una pérdida irreparable, el lamentable hecho se desarrolló en cuestión de segundos.