No siempre lo legal es justo y no siempre lo justo es legal

No siempre lo legal es justo y no siempre lo justo es legal

Por: Victorino Gasparín

La sociedad que condena la legitima defensa

El caso del médico que en Bogotá disparó contra la humanidad de tres delincuentes que le asediaron para robarle, ha generado una serie de controversias sobre el término legal de la legítima defensa, sin embargo, hoy no escribimos sobre esto, ni sobre el alto índice de inseguridad que se vive en todo el país, sino, sobre la condición de algunas personas que hoy condenan la actuación del médico, considerando que no era justo que este se defendiera con arma de fuego y le ocasionara la muerte a estos delincuentes. 

En ocasiones, no logramos entender por qué, en cuestión de minutos pasamos de ser víctimas a victimarios, ante los ojos de la sociedad que no entiende, que, en un caso donde está en riesgo la vida, el mismo instinto de supervivencia nos hace actuar en defensa propia, y es allí donde solemos escuchar esta frase “era el o era yo”, y no, no se trata de esa idea ilegitima que existe de que uno mismo puede hacer justicia, porque hay casos donde no es venganza, ni retaliación y mucho menos justicia, simplemente se trata de la necesidad absoluta de preservar la vida en legítima defensa , situación que debe ser aceptada y entendida por la sociedad, sin confundir a la víctima con un asesino.

No se trata de aplaudir la situación y propiciar la justicia por mano propia, realmente se trata de entender las circunstancias, de que quizás no fuese justo para ti, pero ¿qué es lo justo? el significado de lo que es justo, varía de acuerdo a la situación o desde el punto de vista que se vea; para el médico, no es justo que quieran robarle sus herramientas de trabajo, que tres desconocidos quieran secuestrarlo, para pedir dinero y no solo dañar su vida, sino la de su familia, tampoco es Justo que deba estar armado para salvaguardar su vida e integridad, porque existen delincuentes, que tienen en poco este derecho fundamental y lo ponen por debajo de unos cuantos pesos; pero si es justo, además de ser legal, su accionar, porque la ley así lo establece, siendo la legítima defensa un  parámetro de exclusión sobre la responsabilidad penal.

Entendido esto, es necesario que la parte de la sociedad que condena el actuar legítimo de un buen ciudadano, deje a un lado la doble moral egoísta e indiferente ante una situación que le podría suceder a cualquiera y que con seguridad no lo convertiría en una mala persona o en un asesino.