La Procuraduría General de la Nación abrió una investigación por un nuevo escándalo de chuzadas ilegales en el Ejército Nacional.
Esto se lleva a cabo, luego de que un grupo de funcionarios de la Dirección de Investigaciones Especiales de la Procuraduría acompañara a la Corte Suprema de Justicia en el allanamiento que se realizó el pasado 18 de diciembre al Batallón de Ciberinteligencia del Ejército, ubicado en el municipio de Facatativá, Cundinamarca.
En la diligencia de allanamiento se recopiló una veintena de evidencia, entre memorias USB, teléfonos celulares, computadores, documentos, entre otros, que serán analizados en el laboratorio de informática forense de la Procuraduría.
Según la revista Semana, para las interceptaciones ilegales, los uniformados utilizaban dos herramientas tecnológicas de inteligencia: un software conocido como El Hombre Invisible, comprado a una empresa española por unos $3.000 millones que, supuestamente, accede a WhatsApp o Telegram.
La otra herramienta, supuestamente, son dos equipos StinGray, que tienen la capacidad de interceptar líneas de teléfono celular que están cerca del dispositivo, con esto realizaban las interceptaciones ilegales a correos y teléfonos de magistrados, políticos y periodistas.
Por su parte, el general Eduardo Zapateiro, garantizó transparencia para llegar a los responsables. El alto oficial negó que se vaya a dar una especie de ‘cacería de brujas’ para llegar a los responsables de filtrar la información sobre las interceptaciones ilegales a magistrados, periodistas y políticos.
“Estamos esperando a los resultados de las investigaciones para dar con quienes están quebrantando la ley para que paguen”.