Gran polémica ha causado la carta de Nidya Carmiña Elías Vidal, una de las hermanas del renombrado exsenador cordobés Bernardo ‘Ñoño’ Elías, quien se dirigió puntualmente hacia la vicepresidenta, Martha Lucía Ramírez, por el caso de su hermano.
Como se recordará, hace pocos días se descubrió que la vicepresidenta de Colombia, quien siempre ha sido partidaria de la mano dura contra el narcotráfico, tiene un hermano que estuvo preso en Estados Unidos, por dicho delito.
Esta persona fue condenada en 1997 a casi cinco años de prisión por traficar heroína de Aruba a Miami, al parecer, lideró una operación en la que dos personas tragaron cápsulas de la droga y la transportaron en sus estómagos.
Ramírez, quien es la primera mujer en ocupar el segundo mayor cargo del país, habría pagado con su esposo la fianza de 150 mil dólares y luego que esto fue revelado se vio obligada a aceptarlo públicamente, afirmando que en su momento que se lo informó a quienes debían conocer los hechos.
Ante esta situación, la hermana de ‘Ñoño’ Elías cuestionó a la vicepresidenta por creer que el tiempo que pasó su hermano en prisión fue suficiente para que fuera considerado “un hombre de bien”, mientras que los 5 años que lleva el excongresista en la cárcel, “son considerados pocos para resocializarse”.
Esta es la carta de la hermana de Ñoño Elías:
A nuestra vice le duele su hermano pero le “oculta” su drama familiar a todo un país para ascender en su carrera política, aspira porque puede y no ha cometido delito alguno, no es estigmatizada por nadie, ni ella ni ningún miembro de su familia se ven sometidos al escarnio público en todos los sentidos, por el error que cometió su hermano años atrás, pero por cosas de la vida pública algo que ella pensó en el olvido hoy arremete con todo, en lo más preciado que un ser humano pueda tener: Su honra y su familia.
Que este impase en su vida personal y profesional sea para que nuestra vicepresidenta reflexione más antes de emitir juicios y saber que muchas veces, con la venia del poder, los medios hacen un festín con la vida pública y privada del caído, sin el más mínimo asomo de humanidad.
Para usted esos 4 años que pasó su hermano en una cárcel fueron suficientes para que fuera considerado un hombre de bien, pero para los demás, como por ejemplo, mi hermano que está pagando 5 años son pocos para resocializarse, quisiera saber por qué esa incoherencia? Ah, seguramente debe ser porque mi hermano, no es su hermano ni es de su familia.
Sra. Usted más que nadie debe saber que todas las personas tienen derecho a corregir sus errores, dejarlos atrás y mirar al futuro con esperanza de que se puede empezar a construir algo nuevo, si no es así, entonces para qué pagar condena y para qué la resocialización?
La cárcel ¿está pensada para corregir o para enterrar en vida a los seres humanos? Si es la segunda opción entonces déjeme decirle que estamos asumiendo el papel de Dios y creo que ese no es nuestro rol en la tierra.
Un ser humano que acepta su error delante de toda la sociedad y está pagando su pena, debe ser reivindicado y merece tener segundas oportunidades; y su familia, en una sociedad coherente con sus leyes, no debe ser ni desechada ni estigmatizada, porque las penas son individuales.
A mis padres les duele su hijo, a mis hermanos les duele su hermano, a su esposa le duele su esposo y ni que decir de sus hijos… Nosotros al igual que usted no somos de piedra, ni de metal, por nuestras venas corre sangre al igual que por las suyas, en una sociedad justa no puede haber ciudadanos de primera y de segunda clase, aquí todos somos iguales.
La invito a que reflexione y sea más coherente en sus apreciaciones y más si van dirigidas a personas que han pasado por las mismas tempestades por las que ha pasado su familia. Usted sabe lo que duele, nosotros también.
Respetuosamente,
Nidia Carmiña Elias Vidal, hermana de Bernardo Ñoño Elías.
Anexos: carta de la vicepresidenta y trinos
