Pese a que ayer se confirmó la salida de Alicia Arango del Ministerio del Interior, se conoció que el presidente Iván Duque no le aceptó la renuncia.
Fue así como se hizo realidad el viejo proverbio “donde manda capitán no manda marinero”, pues la ministra había manifestado que su tiempo en dicha cartera había terminado.
Asimismo, mostró su deseo de regresar al servicio diplomático siendo embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, Suiza.
Sin embargo, Duque habría sostenido una charla con la ministra tras regresar de la inauguración del Túnel de la Línea, donde le manifestó que debía seguir en el cargo.
Trascendió que, el jefe de Estado le habría dicho a Arango que estaba satisfecho con su trabajo, no solo en el Congreso, sino en lo relacionado con el manejo de las políticas del Gobierno en las regiones de todo el país.
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Finalmente, la ministra manifestó en su cuenta de Twitter que, “trabajo con el Presidente Duque desde su precandidatura a la Presidencia de la República. Estaré a su lado hasta que él lo considere conveniente. Agradezco su confianza”.