Sinovac Biotech, es uno de los cuatro laboratorios chinos autorizados para emprender ensayos clínicos, y en él poseen quizá la esperada vacuna experimental contra el nuevo coronavirus.
Pese a que el antídoto aún no se ha probado, el grupo privado dice que está listo para producir 100 millones de dosis al año para combatir el virus, y en el centro farmacéutico pueden mostrarse seguros, pues en 2009, adelantó a sus competidores y se convirtió en el primero en el mundo en sacar al mercado una vacuna contra la gripe porcina H1N1.
En sus instalaciones de Changping, técnicos de laboratorio controlan la calidad de la vacuna experimental, a base de patógenos inertes, producida ya en miles de ejemplares e incluso ya manejan un nombre: «Coronavac».
Aunque el tratamiento está aún lejos de una homologación, el fabricante debe demostrar que es capaz de producir a gran escala y someter lotes al control de las autoridades y de ahí, el lanzamiento de la producción incluso podría ser antes de acabar los ensayos.
Sinovac, aseguró que obtuvo resultados prometedores probando la vacuna en monos, antes de administrar su suero por primera vez a 144 voluntarios a mediados de abril en Jiangsu, sin embargo, no se pronunciará sobre la fecha en la que posiblemente se comercialice su inyección de medio mililitro.