El sujeto que fue capturado, tiene antecedentes penales por abuso sexual, hurto y violencia intrafamiliar. Por los recientes actos cometidos, se le imputó el cargo de homicidio agravado y la Fiscalía pidió una pena de 50 años.
Las autoridades identifican al sujeto como Esteven Henao Solano, quien según las investigaciones, arrendó una tienda en el barrio San Cristóbal, para realizar acciones macabras contra las vecinas del sector.
Su víctima resultó siendo Adriana Aponte, una mujer que a diario debía cruzar por la tienda y lo saludaba formalmente.
«Muy buenos días, vecina, cuídese mucho por estas cuadras llenas de gente mala… cuidado con los ladrones», le decía el nuevo tendero del barrio a la vecina que siempre llevaba consigo un bolso de color blanco.
Luego de varios días de estudiar la ruta de la mujer y confirmar que todas las mañanas pasaba por el local para dirigirse hacia su trabajo, el sujeto definió su pasó a seguir: asesinarla y desmembrarla.
De acuerdo con la información oficial, Esteven obligó a Adriana a ingresar al local de manera violenta, la golpeó, cerró el sitio y cometió todo tipo de atropellos y vejámenes en su contra.
Posteriormente, desmembró el cuerpo, lo envolvió en bolsas plásticas y lo sacó del sitio para abandonarlo unas cuadras retiradas del sector donde se encontraba.
La familia de Adriana se preocupó al conocer que la mujer nunca llegó a su lugar de trabajo ni regresó a casa, fue entonces cuando comenzaron las investigaciones y luego de analizar más de 80 grabaciones de los videos de seguridad, las autoridades vieron cómo Henao sacó de su tienda varias bolsas pláticas negras.
Esteven de inmediato pasó a ser sospechoso, por lo que allanaron el local, donde descubrieron rasgos de sangre en las paredes y en la nevera. De igual forma, encontraron unos guantes con muestras de sangre.
La Policía logró capturar al sujeto en el sur de Bogotá y posiblemente deberá pagar una condena de 50 años de prisión.