Lo que era un secreto a voces se confirmó este viernes 14 de febrero, el Manchester City, del fútbol inglés, fue suspendido por la UEFA y no podrá disputar torneos europeos en los próximos dos años.
Aunque el equipo que actualmente dirige el estratega español Pep Guardiola anunció que recurrirá ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, TAS, no podrá participar en las Champions ni Europa League correspondientes a las temporadas 2020-2021 y 2021-2022, y deberá pagar una multa de 30 millones de euros por «cometer graves infracciones» en las regulaciones de licencias de la UEFA y en los límites financieros.
Tras conocer dicha sanción, que básicamente se trata de las presuntas irregularidades relacionadas con gastos desproporcionados y que se salen de lo reglamentario de la UEFA, el equipo citadino emitió un comunicado a los medios de comunicación donde asegura estar decepcionado pero no sorprendido.
«El club siempre ha anhelado la necesidad principal de buscar un organismo y un proceso independientes para tratar de forma imparcial el cuerpo completo de evidencias irrefutables como soporte de su posición», explica el City.
Asimismo, el cuadro inglés manifestó su inconformismo con el proceso, «en diciembre de 2018, el investigador jefe de la UEFA anticipó públicamente el resultado y la sanción que pretendía imponer sobre el Manchester City, incluso antes de comenzar cualquier tipo de investigación. El consiguiente proceso, defectuoso y constantemente filtrado por parte de la UEFA, que él mismo supervisó dejaba pocas dudas acerca de cuál sería el desenlace final. El Club remitió una queja formal ante el organismo disciplinario de la UEFA, una queja que fue validada por un fallo del TAS».
Finalmente aseguró que «con este proceso discriminatorio ahora finalizado, el Club tratará de conseguir un juicio imparcial con la máxima celeridad posible y, por lo tanto, en primera instancia iniciará diligencias ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo lo antes posible».